Dotar a los planteles educativos de más computadoras hará poco para mejorar la calidad de la enseñanza en América Latina y el Caribe, a menos que los países inviertan en la capacitación de los docentes y en el software educativo, indica un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A pesar de una reciente serie de proyectos de investigación de alta calidad sobre los efectos de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en la educación, sigue habiendo una gran incertidumbre sobre la eficacia de esas intervenciones para mejorar el aprendizaje, especialmente en el caso de iniciativas conocidas, tales como las de una computadora portátil para cada niño.
“El uso de las TIC en la educación puede ser muy costoso y puede excluir importantes programas alternativos que ya registran resultados significativos”, indica Alberto Chong, coordinador de este estudio. “Es vital que los gobiernos evalúen cuidadosamente esas iniciativas y especialmente que presupuesten recursos suficientes para capacitar a los docentes y desarrollar programas de software adecuados para los alumnos. Los países no pueden pensar que van a mejorar el aprendizaje simplemente creando acceso a computadoras. La calidad en el uso es crucial”.
Estos hallazgos se presentan en el libro Conexiones del desarrollo: Impacto de las nuevas tecnologías de la información, en el cual se analiza en qué medida las TIC han contribuido al éxito de 46 proyectos de desarrollo en América Latina y el Caribe en seis áreas distintas: finanzas, salud, instituciones, educación, pobreza y medio ambiente. Este estudio, que será lanzado en mayo, es el primero en aplicar métodos estadísticos estrictos de manera sistemática en esta región para cuantificar en qué medida estas tecnologías incidieron en los resultados socio-económicos de los proyectos.
Los investigadores realizaron ensayos de control aleatorio de diversos proyectos en el área de la enseñanza en la región y hallaron que apenas 14 por ciento de los proyectos incluidos en la muestra se beneficiaron considerablemente de la adopción de las computadoras y de herramientas de información y comunicación tecnológica en las clases. Mientras que 57 por ciento de los proyectos obtuvieron beneficios parciales y 29 por ciento, un beneficio mínimo al tener estas herramientas tecnológicas para los alumnos en las aulas.
A través de una revisión de los estudios existentes y la evaluación de los proyectos vigentes en América Latina y el Caribe, el estudio presenta las siguientes lecciones aprendidas, sobre el uso de computadoras en las escuelas de la región:
Computadoras portátiles para uso en la escuela y en la casa
* Hay incertidumbres importantes en cuanto a los efectos potenciales de programas de amplia distribución de computadoras portátiles a alumnos para su uso en planteles educativos y en el hogar. Se necesitan más estudios para medir la efectividad de estas intervenciones. Los elementos de juicio obtenidos a la fecha indican que los programas que pasan por alto la formación de los docentes y el desarrollo de programas de software pueden producir bajos resultados. Además, se determina que si los niños carecen de una supervisión constante de adultos en el hogar, pueden pasar más tiempo usando sus computadoras de formas que contribuyen a su formación, en vez de hacer sus tareas o estudiar.
* Conviene que las intervenciones dirigidas a mejorar el acceso desde el hogar apliquen mecanismos que permitan asegurar el uso correcto de las computadoras. En particular, las computadoras deberían tener incorporados programas educativos interactivos de tal forma que se puedan crear ciertas competencias para estimular su uso.
Uso de las computadoras en las escuelas
* Darle a los alumnos capacitación para el uso de computadoras durante una o dos horas por semana ha tenido efectos positivos en el aprendizaje y las oportunidades de empleo. Ésta puede ser una inversión más barata para la región, especialmente para los países con recursos limitados, que pueden tener un rendimiento productivo importante: crear y mantener un laboratorio de computación en un plantel educativo cuesta aproximadamente $23 por alumno; muy por debajo de los $217 por alumno que cuesta un programa que dota a cada niño de una computadora.
* El uso de software de enseñanza por computadora en escuelas para mejorar su educación en matemáticas ha demostrado producir resultados prometedores en la región.
Comunicado de Prensa