En Estados Unidos, lo que parecía poco probable sucedió, ya que a partir de este año la producción y distribución de etanol que utiliza como materia prima el maíz ya no contará con el subsidio de 0.45 dólares por galón, apoyo que le permitió construir toda una industria con la finalidad de reducir la dependencia de petróleo importado.
Esta noticia es fuente de análisis para los expertos, ya que en los últimos años se ha observado que el incremento en la demanda de maíz para etanol ha provocado un aumento en el precio de esa materia prima, que si bien beneficia a los productores primarios, afecta de manera importante los costos de producción de carne animal y en consecuencia de los alimentos.
Otra presión importante para que los legisladores de ese país no aprobaran la continuación del subsidio fue la de los grupos ecologistas, pues al parecer con la producción y uso de etanol de maíz no se ha reducido la contaminación, incluso se comenta que comparativamente con los derivados de petróleo podrían ser más convenientes estos últimos considerando todos los impactos negativos de la industria del etanol.
Por lo anterior, el reto será promover otras fuentes de biocombustibles, incluso el mismo etanol, pero a partir de materia prima diferente como la de material celulósico, ya que sigue presente el objetivo de reducir la dependencia de petróleo extranjero.
De acuerdo con la asociación de productores de combustibles renovables, la oferta de etanol de maíz no se afectará, se reduce el margen de utilidad pero la actividad sigue rentable mientras el precio del petróleo se mantenga por arriba de los 50 dólares por barril.
Sin embargo, otro elemento a considerar es que también a partir de este año Estados Unidos elimina el arancel de 0.54 dólares por galón de etanol proveniente del Brasil, principal país productor de ese biocombustible a partir de caña de azúcar, lo cual presionará competitivamente a los productores nacionales.
Podemos concluir que la matriz de oferta y demanda de etanol en el principal mercado mundial sufrirá ajustes y ello puede impactar el precio del maíz, lo cual será necesario monitorear.
Por otra parte, los demás países, incluyendo México, deben tomar la experiencia y quizá descartar de una vez al maíz como opción de materia prima para biocombustible.
*J. Antonio Manríquez Núñez es especialista de la Subdirección de Evaluación Sectorial en FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.
Fuente: Eleconomista.com.mx
Por: J. Antonio Manríquez Núñez*
Publicada: 9 de enero de 2012.