La variedad de productos que encontramos en los supermercados va en aumento, y muchos de ellos con poca información verdaderamente útil en su etiquetado.
En México, el etiquetado de alimentos y bebidas procesadas de fabricación nacional o extranjera, se encuentra regulado en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 SCFI/SSA1-2010, misma que indica que todos los envases deben mostrar la información nutricional correspondiente al contenido calórico, grasas saturadas, azúcares y sodio.
No obstante, es posible que muchos productos no cumplan del todo con esa norma.
Aún cuando un alimento nos indique: Azúcares, 41 g o 98% ¿qué significa realmente eso? Y yendo más allá, hay que decir que a veces el etiquetado contiene tipografía muy pequeña para leer o incluso en lugares no tan visibles.
Etiquetado de alimentos más claro ¿poco transparente?
Desde hace varios meses, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen que reforma el etiquetado frontal. Se deberá tener una advertencia en los alimentos y bebidas no alcohólicas para indicar cuando el producto exceda los límites máximos de contenido energético, azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio.
De esta manera se espera adoptar un esquema de sellos de advertencia que describan por completo la información nutrimental: las porciones serán más claras y no se podrá ocultar información.
Ante esta iniciativa, el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), señaló que el cambio de etiquetado frontal de alimentos y bebidas por uno de sellos de advertencia podría resultaría poco transparente e impactar en el medio ambiente de los negocios.
De acuerdo con Lorena Cerdán, directora de dicho Consejo, mencionó que este tipo de normatividad no logra el objetivo: «es confusa, opaca y no nos da certeza. Aunque sin duda la discusión para nosotros es cómo tener el mejor etiquetado posible y que el consumidor tenga la mejor información”.
“No simpatizamos con los etiquetados con sellos de advertencia porque no describen al producto, tienen información contradictoria, ni distinguen el tamaño de la porción. Hemos hecho estudios con consumidores, donde nos dicen que muchas veces la porción no está clara en los empaques.»
De acuerdo con la representante de ConMéxico se requiere de mayor claridad en la información relacionada por las porciones en el esquema vigente.
Lo que esta iniciativa busca es la implementación de un esquema de sellos de advertencia, tomando como ejemplo algunas regulaciones que se llevaron a cabo en Chile. Aunque desafortunadamente, en dicho país no se cumplieron los objetivos esperados.
No cumplió las expectativas. Es absurdo colocar tantos sellos porque la gente después de tres años se vuelve indiferente al sello, pero evidentemente hay impactos económicos relacionados con la implementación del etiquetado.
Lorena Cerdán, directora de ConMéxico
Por otra parte, Guido Girardi, senador por la República de Chile y autor de la iniciativa Ley de Etiquetado Nutricional y su Publicidad, anteriormente dijo que parte de la industria alimenticia ya reformuló sus productos.
“En Chile, el 20% de la industria reformuló. Lo del sello tiene muy poco tiempo. Apenas este año entró totalmente en régimen la ley, porque le dimos tres años para llegar a la meta. Ha disminuido un 25% la venta de bebidas gaseosas con azúcar y un 20% en cereales con azúcar».
¿Será posible que esta iniciativa provoque un cambio significativo en el consumo y alimentación de los mexicanos o es mejor el etiquetado actual? Es un problema que no tiene respuesta sencilla porque tampoco es un secreto que el lobbying es una realidad y no siempre es transparente.
