En México, el etiquetado frontal de alimentos y bebidas procesadas de fabricación nacional o extranjera, se encuentra recientemente regulado por la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 SCFI/SSA1-2010, misma que indica que todos los envases deben mostrar la información nutricional correspondiente al contenido calórico, grasas saturadas, azúcares y sodio.
Este etiquetado pretende que el consumidor identifique rápidamente los productos con exceso de nutrientes críticos anteriormente mencionados.
Con la norma, la administración federal da cumplimiento a la reciente modificación de la Ley General de Salud, aprobada por el Congreso de la Unión, a fin de afrontar con firmeza la epidemia de sobrepeso y obesidad que tanto lesiona a la población y la competitividad del país.
Esta modificación fue avalada el pasado 24 de enero por los Comités Consultivos Nacional de Normalización de la Secretaría de Economía y el de Regulación y Fomento Sanitario de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Beneficios
México es uno de los países con más obesidad en el mundo, por lo tanto la nueva regulación de la norma de etiquetado es una victoria para aquellos activistas que exigían un etiquetado de advertencia en productos con alto contenido calórico.
Las nuevas reglas requerirán que se impriman señales de «alto» de forma octagonal en la parte frontal de los paquetes con leyendas como: “alto en calorías”, “sal excesiva” o “alto en grasas saturadas”, entre otras.
Las normas actuales de etiquetado requieren que únicamente se enliste cuánto contiene un producto del consumo diario recomendado de sus ingredientes principales.
Se trata de un gran avance, puesto que anteriormente el etiquetado de alimentos era incomprensible.
Cada compañía enlista “porciones” a su consideración —que en un estudio, únicamente el 3% de los estudiantes de nutrición pudieron interpretar correctamente las etiquetas—. Por ejemplo, algunos productos utilizan 30 gramos como un estándar comparativo, otros 100 gramos.
Alejandro Calvillo, activista por el derecho de los consumidores.
Ahora, los productos tendrán advertencias especiales para ingredientes como la cafeína y las grasas trans, no recomendable para menores de edad.
La obesidad, un problema en México
México es uno de los países con más obesidad en el mundo. Por ello, se busca que con el etiquetado de alimentos, cada persona sea más consciente de lo que contiene el producto que va a consumir.
Las etiquetas serán más visibles y entendibles, y se espera disminuir el porcentaje de obesos que hay en el país.
De acuerdo con un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), reveló que México se perfila a perder la mayor cantidad de expectativa de vida —un promedio de al menos cuatro años— debido a problemas relacionados con la obesidad.
En los próximos años, el país podría perder más del 5% de su Producto Interno Bruto (PIB) a causa de problemas relacionados con la obesidad, incluyendo la pérdida de horas laborales y costos de salud.
Las autoridades de salud señalan que alrededor del 39% de los mexicanos sufren sobrepeso y 36% obesidad. Aproximadamente el 10% de los mexicanos padece algún tipo de diabetes.
El contraste
Ante esta iniciativa, el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), señaló que el cambio de etiquetado frontal de alimentos y bebidas por uno de sellos de advertencia podría resultaría poco transparente e impactar el medio ambiente de los negocios.
De acuerdo con Lorena Cerdán, directora de dicho Consejo, este tipo de normatividad no logra el objetivo: «es confusa, opaca y no nos da certeza. Aunque sin duda la discusión para nosotros es cómo tener el mejor etiquetado posible y que el consumidor tenga la mejor información”.
¿Será posible que esta iniciativa provoque un cambio significativo en el consumo y alimentación de los mexicanos o es mejor el etiquetado actual?
