Los consumidores de Zara en Estambul se han encontrado que en las etiquetas los colaboradores de Zara reclaman que la marca no les paga.
En las etiquetas se puede leer que los trabajadores, contratados por la empresa manufacturera Bravo que cerró de la noche a la mañana, comparten que llevan cerca de tres meses sin cobrar el sueldo.
Zara, que pertenece al grupo Inditex y esta comprometida con los valores de la responsabilidad social corporativa, deberá hacer frente a esta situación puesto que una vez más se hace patente la vulnerabilidad de su modelo de negocio y proveedores.
«Yo hice este producto que vas a adquirir, pero no se me retribuyó por ello». La etiqueta busca hacer ruido sobre esta injusticia para que Zara pague finalmente a los empleados.
Como respuesta, Inditex prepara un fondo de ayuda para los trabajadores, señalando que el grupo está trabajando para establecer un fondo de ayuda a los trabajadores afectados por el cierre de la fábrica de Bravo.
Al igual que otras grandes marcas internacionales, Zara ha firmado un acuerdo restrictivo que garantizaba las condiciones laborales de los empleados de sus subcontratas. En Europa esgrimen este acuerdo y proclaman que son una empresa responsable. Pero aquí, los pequeños jefes se ven desbordados por los pedidos de estos enormes grupos que quieren cada vez más productos de calidad a bajo coste. Esto, naturalmente, repercute en los empleados y sus condiciones laborales, según explicó a Liberation Asalettin Arslanoglu, el presidente del sindicato Disk Tekstil.
Inditex también compartió que la empresa ha cumplido con todas sus obligaciones contractuales con Bravo Tekstil y, que actualmente se encuentra laborando con IndustriALL, Mango y Next para establecer un fondo de ayuda a los trabajadores. Esta ayuda está pensada para compensar las consecuencias económicas que sufrieron los trabajadores derivadas del cierre repentino de la fábrica.
Estamos comprometidos a encontrar una solución rápida para todos los afectados, indicó.
Sin embargo, un informe del Centre for Research on Multinational Corporations compartió que no es la primera vez que la empresa se ve involucrada en casos de explotación laboral, ya que en la India niñas y adolescentes trabajaban más de 72 horas a la semana con un salario de 0,88 euros al dí. Entre las firmas que consentían esta situación y pagaban ese sueldo se encontraban: Inditex, El Corte Inglés, Cortefiel, Primark, Tommy Hilfiger, Timberland, H&M, Marks&Spencer, Diesel, Gap y C&A.
En Argentina, el gobierno cerró un taller clandestino y la Fundación La Alameda presentó denuncia. La investigación señala que existen fábricas de costura donde trabajaban y vivían explotados niños y adultos.