Por: Emilio Guerra Díaz
Se ha cumplido el 75 aniversario (junio 13) de la llegada de los primeros inmigrantes españoles en el barco Sinaia que por la guerra civil eligieron huyendo de la dictadura franquista a nuestro país como su nuevo hogar… y a la larga, como su segunda patria.
Pero lo más destacado es que, como fruto de la inmigración española, algunos intelectuales se dieron a la tarea de fundar la Casa de España, antecedente del Colegio de México y otros tantos padres de familia y maestros erigieron el Colegio Madrid. Dos grandes instituciones educativas en sus respectivos niveles con los que cuenta nuestro país.
Para mi formación como bachiller mi madre, con un esfuerzo económico considerable para su sueldo, optó por inscribirme en el Colegio Williams ubicado todavía en las calles de Mixcoac, calle Empresa núm. 8. Colegio que preserva un singular castillo. La idea era que estuviera con mi hermana Marthita.
En aquellos días (generación 1978-1981), enfrente de nuestra escuela se ubicaba el Colegio Madrid que curiosamente también tuvo un castillo. Típica era la rivalidad entre unos y otros estudiantes de esos colegios tanto de manera deportiva (los dos tenían equipos de futbol y eventualmente se enfrentaban), como por intereses “territoriales” comunes a los adolescentes (se disputaba quien era más varonil y atractivo entre las chicas del otro colegio). La convivencia vecinal fue mi primer contacto con el Colegio Madrid y la verdad es que en los tres años que estuve ahí, nunca presencié un problema que llegase a dimensiones mayores.
Con el proyecto de la creación de los Ejes Viales de finales de los setenta, el terreno donde se encontraba el Colegio Madrid fue expropiado. Ese espacio hoy está ocupado por la estación del Metro Mixcoac, mientras que las nuevas instalaciones se ubican en terrenos de Coapa y cuenta con dignas instalaciones.
Nunca imaginé que la vida me enfrentaría a un bello reto: como adulto y padre de familia, aprendí a apreciar, valorar y querer a un colegio que me fue ajeno en mi adolescencia y que hoy tiene un gran significado personal.
Muchos años después, cuando a la familia llegaron los hijos y se debe tomar la decisión de dónde o a cuál escuela inscribirlos, con Cynthia optamos por el Colegio Madrid. Emilio está a punto de acabar la primaria y seguirá estudiando ahí la secundaria; mientras que Pablo estará pasando al tercer año de primaria.
Varias son las razones por las que apreciamos el servicio que ahí se da, pero uno de ellos es valor de la solidaridad. ¡Pues cómo no!, el Colegio es fruto de ese valor que desplegaron sus fundadores que hermanó a España y a México. Otra de ellas es que el Colegio Madrid es una asociación civil sin fines de lucro.
Hace un par de años cuando se celebró el 70 aniversario de la fundación del Colegio Madrid, la Junta Directiva en colaboración con padres de familia y personal administrativo realizaron diversas actividades cuyo común denominador era remembrar el agradecimiento de un país que recibió a personas que lo habían perdido todo, incluso familiares, y nuevamente retomaron la esperanza y el amor hacia el prójimo en una tierra que no les reclama nada y que con el tiempo ya no les resultó extraña y ahora la aman de manera ejemplar.
Una de las actividades conmemorativas consistió en trasmitir desde las instalaciones del Colegio Madrid y en el marco de su feria del Libro Anual, el programa “La dichosa palabra” que tuvo como tema principal precisamente la historia del exilio.
Por otra parte, a los alumnos de primaria los invitaron a realizar una representación sobre el exilio español. Los profesores montaron una obra de teatro. Cada alumno tenía un pequeño papel, mientras que otros narraban los hechos. A mi hijo Emilio le tocó interpretar a Lázaro Cárdenas que persuadido por Daniel Cosío Villegas, decidió cobijar a los españoles republicanos que salieron de Francia. Padres e hijos nos conmovimos por el sufrimiento y horrores que vivieron muchos españoles con lo que los alumnos se apropiaron de un poco de historia que exalta el valor de la solidaridad. Gran sorpresa causó que entre el público se encontraba presente un inmigrante que vivió los hechos que se narraron y cuando mencionaron su presencia el auditorio el público se volcó en prolongados aplausos.
Hoy, egresados del Colegio Madrid, muchos de ellos quienes terminaron sus estudios desde hace varios lustros siguen vinculados a su escuela, a sus vivencias y a sus compañeros pero en un sentido de retribución formaron una sociedad de ex alumnos cuyo objetivo primordial es apoyar de manera voluntaria la sustentabilidad de la escuela.
Para ello todos los años realizan actividades enfocadas a procurar dinero para el fondo de becas que apoya a alumnos que han quedado huérfanos de padre o madre o ambos y garantizar que terminen estudios hasta el bachillerato. Lo hacen de manera voluntaria y lo han venido haciendo por varios años. En la más reciente actividad de procuración de fondos la sociedad de ex alumnos obtuvo 120 mil 383 pesos, cantidad que donaron al fondo de becas.
Esta historia que narro permite fundamentar y demostrar el valor del voluntariado que se fundamenta en la corresponsabilidad preñada de solidaridad. Demuestra que los grupos voluntarios mantienen unidos a los amigos o personas que comparten una causa social. Sin importar la dimensión del voluntariado, sus aportes siempre acaban beneficiando a otras personas y ponen el ejemplo de desarrollar una cadena de participación social para el bienestar de los que vienen detrás.
Próximos eventos
¡Tamaulipas da la sorpresa!
Este viernes el gobierno del Ing. Egidio Torre Cantú dará a conocer una iniciativa que se fraguó desde el Sistema Integral para la Atención de la Familia, DIF Tamaulipas y que es fruto del trabajo de más un año de planeación. Se trata del lanzamiento del “Día Estatal de Servicio Voluntario” que se celebrará el 6 de septiembre de cada año en todo el estado. El Ing. Torre y la Sra. Pilar González de Torre, Presidenta del DIF darán a conocer esta convocatoria.
La iniciativa cuenta con el apoyo de todos los DIF Municipales y del Voluntariado Tamaulipas. La Dirección de Voluntariado del DIF Tamaulipas coordinará los trabajos y la logística de esa jornada. Han sido convocados a participar voluntariados corporativos, universitarios, grupos de iglesias y por supuesto de distintas organizaciones de la sociedad civil. Sin duda es una iniciativa para fomentar la participación ciudadana y coloca a Tamaulipas como la primera entidad del país que impulsa este tipo de actividades que bien pudieran seguir todos los estados para elevar tanto la participación ciudadana voluntaria y la apreciación de su aporte por todos los sectores sociales.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.