Tras el fracaso del primer intento por sellar el gran derrame de crudo en el Golfo de México, ocasionado por la explosión de la plataforma Deepwater Horizon el 20 de abril, las cuadrillas de rescate dejaron un enorme domo de contención en el fondo del mar, mientras llegaban más equipos para tratar de controlar la situación.
«No diría que se falló», dijo Doug Suttles, jefe de operaciones de British Petroleum (BP), quien agregó que «en este momento no funcionó lo que intentamos».
La urgencia de contener el derrame quedó de manifiesto, luego de que varias manchas de alquitrán, del tamaño de una moneda o una pelota de golf, aparecieran en la Isla Dauphin, en el estado de Alabama, muy al este de las que se vieron en los pantanos de Luisiana.
El primer intento de frenar el derrame falló cuando el pico que corona el domo -similar a un embudo dado vuelta- quedó taponado por cristales de hielo que se formaron por las heladas aguas profundas.
Ante ello, los trabajadores dejaron el domo en el suelo marino a más de un kilómetro y medio de profundidad, mientras seguía el derrame de petróleo contaminando la zona.
El domo de contención está localizado a 490 metros del lugar del derrame, mucho más lejos que donde lo dejaron el sábado, luego de que cristales de hielo taponaron su pico superior cuando estaba encima del derrame.
Expertos petroleros afirmaron que podría pasar al menos un día antes de que BP pueda volver a intentar colocar la estructura sobre el pozo, que derrama al mar más de 757 mil litros de crudo por día.
Los equipos de emergencia demoraron casi dos semanas en construir el domo, una pieza de acero y concreto, y tres días en trasladarlo a 80 kilómetros de la costa y bajarla hasta el pozo.
En un segundo intento para colocar el domo, primero se lanzarían lodo y cemento a través de un tubo directamente sobre el pozo fuera de control, en un proceso que tardaría entre dos y tres semanas, y luego colocar la estructura.
Directivos de BP no descartaban que se pueda cerrar el pozo con el domo de contención, sea el usado u otro que se está armando, para que capture el crudo y lo canalice a un barco cisterna. Sin embargo, dijeron que pasarían días antes de que puedan hacer otro intento.
La marea negra en el Golfo de México provocó una ola de interrogantes en el Congreso, que prepara una serie de audiencias para comprender las causas del accidente y las responsabilidades de la petrolera BP, de otras compañías implicadas e, incluso, del gobierno.
Sin embargo, el Departamento del Interior de la Unión Americana otorgó 22 permisos a las compañías petroleras para no realizar estudios de impacto ambiental en sus futuros trabajos de perforación en el Golfo de México, informó la cadena McClatchy.
Por primera vez desde la explosión de la plataforma, Lamar McKay, responsable de BP América, será citado el martes ante el Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado, para que explique por qué fallaron las medias de seguridad de la petrolera cuando ocurrió el accidente de la plataforma.
El Financiero; Internacional, p 23.
