Por: Leopoldo Lara.
«Existe un millón de empresas en México, de las cuales sólo 688 son socialmente responsables».
Con esa información nos recibió Jorge Villalobos, presidente ejecutivo del Centro Mexicano para la Filantropía AC (CEMEFI) en la presentación del estado que guarda la responsabilidad social en América Latina.
El contexto: el quinto Encuentro Latinoamericano de empresas socialmente responsables.
A pesar de que son muy pocas, sin embargo, el número de empresas se ha multiplicado en los últimos doce años, si tomamos en cuenta que en el año dos mil, apenas doce empresas lograron ser distinguidas de esa manera.
Ahora lo importante, es que el concepto de responsabilidad social se ha extendido por todo el mundo, particularmente en América Latina y es factor de cambios interesantes en la manera de hacer negocios y de asumir los retos, tanto de las empresas como de las organizaciones públicas y privadas.
Por eso, cuando Villalobos y otros miembros del panel como Yanina Kowszyk, directora de Forum Empresa, dieron a conocer los resultados de la encuesta de 2011 sobre la percepción de los ejecutivos de las empresas y de los consumidores en América Latina sobre la responsabilidad social, los resultados no sorprendieron.
Por ejemplo dijeron, que el 71 por ciento de los consumidores que contestaron la encuesta aplicada a más de 3,200 personas de 17 países de América Latina, ya han escuchado el concepto de responsabilidad social y que saben lo que significa, lo que demuestra el nivel de posicionamiento de este esquema de desarrollo de los negocios.
Sin embargo, el estudio también refleja enormes brechas en la percepción, ya que mientras que para los ejecutivos de las empresas el nivel de responsabilidad social que tienen sus lugares de trabajo es del 73%, para los consumidores de los países encuestados ese nivel apenas llega al 54%. Cuestión de enfoques.
Y es que mientras que para el ejecutivo, la responsabilidad social puede llegar a convertirse en un método (de librito) a seguir para obtener una distinción, para el consumidor la pregunta es más sencilla: cómo soy tratado.
De ahí, sin duda, la diferencia de casi 20 puntos en la percepción.
La encuesta completa está en la página de Forum Empresa, vale la pena revisarla porque contiene datos de gran interés que ponen de manifiesto la preocupación de todos, eso sí, sobre los temas que a todos nos afectan.
Y es que la responsabilidad social está más acá de ser una filosofía inentendible. Tiene nombre y apellidos y motivos evidentes: elevar la calidad de vida de los trabajadores de las empresas; llevar a cabo operaciones de negocios de manera ética; trabajar en acciones que beneficien a la comunidad; y, comprometerse con el medio ambiente y su remediación.
Gracias a la toma de conciencia y a las acciones en estas materias, se ha avanzado de manera dramática en la solución de muchos problemas añejos en las comunidades y lo más importante, se han podido evitar nuevos y se ha incrementado la cultura del altruismo, la sustentabilidad, la organización ciudadana y la transparencia.
Y quizá porque esos temas los vemos cada día más en las acciones de las empresas y en su imagen corporativa, es por lo que un 95% de los encuestados en el estudio que mencionamos, afirmen que preferirían comprar productos o contratar servicios que fueran elaborados o proporcionados por empresas socialmente responsables, aunque resulten más caros que otros que no lo son. Muy interesante resultado, porque refleja el interés de entrarle de todos.
Existen sin embargo, gran cantidad de retos aun densos y profundos. La propia actitud de la gente hacia la responsabilidad social (que en muchas ocasiones causa suspicacias) y la falta de confianza en el sector privado por otra parte, son los grandes obstáculos que debe remontar este esquema.
Por esa razón se entiende que las empresas líderes lo difundan de muchas maneras.
Es cierto que lo hacen directamente en su imagen o en su publicidad, pero ahora también están impactando de manera directa en sus proveedores y prestadores de servicios.
Sólo eso explica que en esta ocasión, más de 140 nuevas empresas hayan obtenido el distintivo al formar parte de la cadena de valor de empresas ya comprometidas.
Y es que según la norma, para lograr ser socialmente responsable, las empresas no sólo tienen que demostrar lo que ellas hacen, sino que esto se extiende también a sus filiales y sus proveedores.
¿Llegará el día en que seamos un millón de empresas socialmente responsables?
[email protected]
FB: Esta Boca es Mía
TW: @leopoldolara
Este artículo es responsabilidad de quien lo escribe y no refleja la opinión de Expok ni de sus colaboradores.
