La Responsabilidad Ambiental Empresarial y la protección ambiental, son temas que cobran vida aceleradamente en las empresas, analizar el entorno, permite ver las necesidades sociales y ambientales existentes y de no comenzar a trabajar para mejorarlas, puede ser más difícil revertir los efectos que pueden generar, en fin todavía falta tiempo y madurez para que comencemos a entender la máxima dicha por Carlos Llano Cifuentes: “Un ser humano necesita vivir para respirar, pero no solo vive para esto, al igual que una empresa necesita tener estados financieros sólidos para salir adelante, pero no solo existe para esto”.
Esta frase tiene muchos enfoques, pero el que se desea enfocar en este escrito es el que se relaciona directamente con el tema ambiental ya que al entender las empresas que sus intereses van más allá de satisfacer a sus accionistas, al incluir, a los empleados, la comunidad y principalmente el ambiente, por ende, tienen derecho a beneficiarse de sus ganancias.
La transformación de las empresas a ser ambientalmente responsables es el escenario más prometedor para recuperar el medio ambiente. Sencillamente las organizaciones deben concebir como suyas las normativas nacionales e internacionales existentes en materia de ambiente.
Se presenta hoy día, un horizonte donde la construcción de la sociedad y el ambiente que todos queremos y merecemos debe ser compartida, no sólo a nivel gubernamental, sino también al empresarial. Un sector público y privado responsable ambientalmente es, sin duda, el motor para el desarrollo económico y social sustentable. Mantener un comportamiento empresarial responsable con la sociedad y el medioambiente se presenta inevitable para ser competitivo en este siglo, donde las expectativas de todas las partes involucradas son cada vez más exigentes.
La Responsabilidad Ambiental Empresarial no se trata sólo de mirar fuera de las organizaciones (dimensión externa), “ser luz de la calle y oscuridad para la casa”, sino de considerar también a sus trabajadores (dimensión interna), para que junto con ellos se desarrollen programas de uso eficiente de recursos (materias primas, energía, agua, etc.) y de esta forma cumplir dos objetivos, el primero obtener ahorros (necesarios para mejorar rentabilidad y obtener ganancias) y el segundo proteger y cuidar el medio ambiente, fundamental para el desarrollo armónico de nuestra sociedad.