Con esta decisión, la red social respondió a numerosas críticas que generó su decisión inicial de negarse a bajar el material, señalando que estos videos no violaban sus normas
Facebook dio un giro a su posición inicial sobre la publicación de videos de decapitaciones al anunciar este jueves que los eliminará de esa red social mientras evalúa sus políticas respecto de ese tipo de contenidos.
“Vamos a eliminar instancias de estos videos que han sido reportados a nosotros mientras evaluamos nuestra política y enfoque hacia este tipo de contenido”, señaló Facebook en un correo electrónico en respuesta a una pregunta enviada por la agencia AFP.
En un inicio Facebook se negó a intervenir al señalar que los videos en cuestión no violaban sus normas, debido a que eran compartidos como parte de una campaña de condena para provocar reacciones en contra de esos actos violentos.
No obstante, la ola de críticas que generó esa decisión, lo obligaron a eliminar esos materiales, supuestamente después de que al menos un miembro de una junta asesora de Facebook cuestionó la decisión de mantener los videos en línea.
La controversia fue generada por dos videos aparentemente grabados en México, que mostraban, además, las armas con que se cometieron las decapitaciones, como cuchillos y motosierras.
La semana pasada fue subido a la red un video de un minuto de duración que mostraba a una mujer siendo decapitada por un hombre enmascarado.
Una voz en el audiovisual sugiere que el material fue grabado en México.
Un segundo video mostraba la ejecución de dos hombres, mismo que fue compartido después de ser “posteado” el pasado miércoles 1.
Antes de ser ejecutada con una motosierra y un cuchillo, la víctima aseguró que sus atacantes eran miembros de un
cártel mexicano.
Al respecto, el Instituto para la Seguridad de la Familia Online en Estados Unidos (Fosi, por sus siglas en inglés) aseguró que la naturaleza de este material había “cruzado la línea”.
De igual manera, organizaciones en el Reino Unido hicieron un llamado para que Facebook reconsiderara la publicación de las decapitaciones, alegando que el material podía causar un daño psicológico a largo plazo.
Fuente: Proceso
