Publicidad e internet: Dos palabras que hoy están muy vinculadas, pero ¿todas las herramientas que posee internet generan oportunidades de marketing? Al menos en el caso de las redes sociales, la respuesta es un rotundo sí.
Estas aplicaciones son poderosísimas armas de comunicación entre iguales, no por nada muchos las denominamos «el quinto poder».
¿En quien puede confiar más una persona si no en sus semejantes? Existe una sinergia muy importante, entre consumidores, que puede arrojar recomendaciones positivas o negativas al ciberespacio. Un individuo que comió en cierto restaurante, probó determinado producto o vio cierta película puede publicar en Facebook o en Twitter lo mucho que le agradó o desagradó esta experiencia de consumo. Y su opinión va a ser leída y valorada con credibilidad por un gran número de personas dentro de su red social. Esto, ciertamente, abre un mundo de posibilidades a las empresas.
Facebook y Twitter presentan un -crecimiento de 600% en tiempo de permanencia en el sitio, y de 1,000% en nuevos usuarios en los últimos dos años. Juegos, frases, páginas de fans y videos van haciendo a la persona cada vez más proclive a pasar tiempo en su red. Podemos imaginar cómo una empresa aprovecha el tiempo comunal de tantas personas para enviar mensajes que arrastren al consumidor hacia su entorno. Existen empresas que ya cuentan con la plaza de encargado de la red social de la organización (son los famosos social media planning). Sí, una persona cuyo trabajo es estar en Facebook o Twitter todo el día.
Para este tipo de apertura es importante el precedente que han dejado otras aplicaciones, por ejemplo Messenger. Aún hoy, muchas organizaciones prohíben a sus empleados utilizar servicios de mensajería instantánea. Pero la portabilidad de internet (vía celulares, iPad, etcétera) vuelve inútil esta prohibición. ¿Por qué mejor no aprovechar ese tiempo y que los empleados sirvan como engrane dentro de la red social, pero para mí beneficio organizacional?
El binomio publicidad—internet no reporta beneficios económicos concretos. Estamos hablando del plus que da ser publicitado no por un mercadólogo, sino por una red de consumidores, en una versión potenciada de la famosa recomendación de boca en boca. Es importante que no recomendemos cancelar algo dentro de la estrategia de marketing para usar redes sociales, sino enriquecerla mediante la correcta utilización de estas.
Además, no se debe pensar solamente en las grandes redes sociales, sino también en las más especializadas: las dedicadas a cierto personaje de ciencia ficción o a alguna actividad caritativa. Si la empresa ubica cierta red social ya enfocada a su mercado, puede usarla de forma más provechosa.
De los usuarios de internet en nuestro país, cerca de 90% —unos 27.5 millones de personas—, ha sido impactado por la publicidad mientras navega por la red. De ese total, 70% utiliza redes sociales. El gasto proyectado para publicidad en internet en México este año —sólo en redes sociales— ronda los 7 millones de dólares. Hace cinco años este gasto no existía. Este crecimiento exponencial genera toda una amplia gama de opciones de negocio y de marketing que el mismo dinamismo de las aplicaciones de social network hace difícil prever.
Fuente: Alto Nivel, p. 16.
Por: Juan Pablo Calderón Dávalos, director académico del programa Anáhuac MBA de la Universidad Anáhuac México-Norte.
Publicada: 3 de julio de 2011.