Facebook y Google se encuentran en la mira del gobierno de Estados Unidos, debido a la información que poseen. Datos personales de los usuarios y la identidad de las cuentas que podrían vincular con actos violentos, son codiciados.
No es un secreto, las empresas de tecnología extraen información diversa sobre cada uno de sus usuarios y el manejo de estos datos está íntegramente en sus manos. Pronto cada una de ellas deberá definir abiertamente si adopta un papel de vendedor o guardian de la privacidad.
En las últimas semanas, Apple y IBM han iniciado esfuerzos por colocarse al frente del segundo grupo. La empresa de la manzana lanzó un nuevo sitio web para mostrar las funciones que considera destacables en comparación de marcas como Google, incluyendo algoritmos de búsqueda que funcionan desde dispositivos individuales en lugar de estar montados en la nube; una función que permite a los usuarios más control sobre aquello que la compañía puede saber sobre su navegación.
Por su parte, la directora ejecutiva de IBM, Ginni Romertty, ha anunciado un nuevo conjunto de principios y prácticas de datos cuyo objetivo es aumentar la confianza de los grupos de tecnología. Entre los compromisos presentados ante miembros del Parlamento Europeo se encuentra el de nunca entregar datos de sus clientes a ningún programa de vigilancia gubernamental en ningún país y la promesa de que los clientes tendrán acceso no solo a sus datos personales, sino a cualquier dato derivado de los mismos.
«Nos consideramos guardianes de los daros de los clientes y no necesitamos que nos regulen para hacer lo correcto, hacemos lo correcto desde hace 100 años», destacó Rometty.
Las prácticas anteriores ponen sobre la mesa el comportamiento de marcas como Facebook y Google que lucran con los datos de los usuarios para mejorar los algoritmos publicitarios utilizándolos en favor de marcas anunciantes a través de la publicidad dirigida.
La Ley de publicidad honesta propuesta en Estados Unidos por los senadores Amy Klobuchar, Mark Warner y John McCain, busca detener esta tendencia a través de la regulación. Una medida que resulta especialmente importante en materia de comunicación política frente al fenómeno de la burbuja digital. La Ley de Publicidad Honesta obligaría a que los anuncios políticos online se sometieran a las mismas normas de transparencia que los medios tradicionales.
Esta regulación igualaría las condiciones entre las empresas plataforma y el resto de la industria de medios de comunicación. Actualmente Google y Faceboook acaparan juntos cerca del 85% del presupuesto publicitario en materia digital.
La aprobación de esta nueva ley significaría además un paso para reenfocar el debate regulatorio en torno a las grandes tecnológicas.