En el país de la más generosa filantropía – aunque también del capitalismo salvaje y de las hipotecas basura-,Millard Fuller era un caso singular.
Después de amasar una fortuna como empresario y abogado, una crisis personal le produjo una catarsis.
Renunció a todo tipo de lujos, abrazó la ética cristiana y decidió dedicar su vida a ayudar al prójimo.
Fuller fundó Habitat for Humanity, una organización humanitaria internacional que se dedica a construir viviendas para familias desfavorecidas.
El benefactor estadounidense, de 74 años, falleció el pasado día 3 en Albany (Georgia), víctima de un súbito aneurisma. Fuller fue homenajeado sobre todo por su gran obra, Habitat for Humanity, un proyecto en el que han colaborado los ex presidentes Jimmy Carter y Bill Clinton, además de muchos otros políticos.
Creado en 1974, el ente filantrópico lleva construidas 300.000 viviendas en un centenar de países.
Su filosofía, que el propio Fuller bautizó como «la teología del martillo», consiste en canalizar donaciones de dinero, material y tiempo para levantar casas que se venden a precio módico a familias de escasos recursos.
Estas, si pueden, dan una pequeña entrada y luego pagan una hipoteca modesta y sin interés.
Una condición es que colaboren con sus propias manos a construir la vivienda. Es habitual ver en los proyectos a decenas de voluntarios realizando diversas tareas. …
Fuente: La Vanguardia