En un fallo histórico que aborda temas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en la industria de combustibles fósiles, como gas y petróleo, la reciente decisión del tribunal de distrito de Noruega en Oslo podría cambiar radicalmente la forma en que se otorgan licencias para la explotación de petróleo y gas en el país, de acuerdo con The Conversation.
Este revés significativo para las petroleras obliga a las empresas energéticas a considerar la huella de carbono completa de la industria. La decisión del tribunal noruego podría inspirar desafíos legales similares en otras naciones que buscan abordar las emisiones totales de la industria del petróleo y gas. ¡Te compartimos los detalles!
Anulan licencias de petroleras
El tribunal dictaminó que tres licencias de producción de petróleo, mantenidas por empresas de energía como Equinor y Aker BP, eran inválidas en gran medida debido a la falta de consideración que se le había dado a las llamadas «emisiones aguas abajo». Es decir, las emisiones provenientes de la quema del petróleo que estas empresas extraerían del Mar del Norte (también llamadas emisiones de Alcance 3).
Este fallo histórico marca un hito para los defensores del medio ambiente, que abogan por que las compañías de petróleo y gas asuman la responsabilidad de las emisiones generadas al quemar sus productos. Es importante señalar que esfuerzos similares han enfrentado derrotas en desafíos legales en otras jurisdicciones en los últimos años.
Licencias de petróleo deben alinearse a objetivos climáticos
Desde una perspectiva más amplia, el fallo pone de manifiesto la discrepancia entre las reglas actuales sobre las licencias de petróleo y gas y los objetivos nacionales en materia de cambio climático. Expertos en legislación climática y energética han abogado por reformas que consideren las emisiones aguas abajo al decidir la viabilidad de nuevos campos petroleros.
Aunque la sentencia tiene un alcance limitado específicamente a Noruega, sus implicaciones podrían resonar en litigios climáticos en otros países. Esto podría presionar a los gobiernos para que evalúen de manera más exhaustiva cómo la extracción y quema de nuevos recursos de petróleo y gas realmente exacerbarán el cambio climático.
Las empresas de petróleo y gas que solicitan licencias de exploración y producción en nuevos campos están obligadas, en la mayoría de los países, a presentar una evaluación de impacto ambiental (EIA) para cada proyecto propuesto. Las empresas envían estas EIAs al gobierno y generalmente se hacen públicas. La idea es que el escrutinio y la participación públicos asegurarán que la decisión final del gobierno sea informada y transparente.
En muchos países, las EIAs ahora deben tener en cuenta el impacto de un proyecto en el clima. Pero esta obligación se interpreta típicamente como abarcando las emisiones de exploración y producción únicamente, no las provenientes de la quema del petróleo y gas extraído (emisiones de alcance 3).
Considerar emisiones de alcance 3 en nuevas perforaciones
A pesar de los desafíos legales anteriores y hasta esta decisión reciente, los reguladores y tribunales en países productores de petróleo como Noruega y el Reino Unido han sido reacios a hacer que las empresas respondan por las emisiones que provienen de la quema de los combustibles que producen. Esto, a pesar de que estas emisiones aguas abajo, o de alcance 3, constituyen el 67% – 95% de las emisiones totales de la producción de petróleo.
Reguladores y empresas argumentan que estas emisiones no son relevantes, ya que no forman parte del proyecto en consideración. Sin embargo, la regulación de la demanda de petróleo y gas, a través de estándares de emisión más altos para vehículos, por ejemplo, no es suficiente para abordar el cambio climático. Investigaciones confirman que para mantener el calentamiento global por debajo de 2°C, aproximadamente un tercio de las reservas mundiales de petróleo y la mitad de las de gas deben permanecer sin explotar para 2050.
¿Revés a petroleras inspirará más impugnaciones legales?
A pesar de la clara victoria de los grupos ambientalistas, es probable que el fallo resulte en una apelación por parte del Ministerio de Energía de Noruega y llevará meses o años llegar a la Corte Suprema del país para una decisión final. Aunque esto podría retrasar la perforación, si el gobierno cumple con la decisión y exige a las empresas de petróleo y gas que realicen la evaluación necesaria de emisiones aguas abajo, podría seguir adelante con la aprobación de nuevos permisos de producción de petróleo, incluso si la evaluación muestra emisiones considerables aguas abajo.
No todos los países tienen una constitución escrita con disposiciones de derechos ambientales como Noruega (el Reino Unido no la tiene, por ejemplo). Pero aunque las decisiones extranjeras generalmente no sirven como precedente, los tribunales a menudo mencionan decisiones aplicables al considerar los hechos relevantes.
En el Reino Unido, hay algunos casos pendientes que tratan sobre emisiones aguas abajo. Por ejemplo, los grupos ambientales Greenpeace y Uplift están cuestionando la aprobación del gobierno del yacimiento de petróleo y gas Rosebank al oeste de Shetland, en parte debido a su falta de consideración de las emisiones aguas abajo.
Finalmente, el revés a petroleras se suma a desafíos legales similares en respuesta a la nueva producción de combustibles fósiles en Australia y los Estados Unidos. Los resultados de estos casos podrían cambiar el proceso de evaluación para todos los proyectos de combustibles fósiles, destacando la importancia de la RSE en la toma de decisiones corporativas.
