La encuesta Long-Term Value and Corporate Governance Survey, realizada por la firma de servicios de consultoría y gestión EY, entrevistó a profesionales de 25 sectores y 15 países de Europa, recogiendo opiniones sobre los riesgos y las oportunidades relacionados con las cuestiones ESG.
De acuerdo con edie, cuatro de cada cinco encuestados (84%) afirman que sus stakeholders esperan cada vez más que las empresas sean una fuerza positiva en términos de sostenibilidad medioambiental y social. Esta proporción ha aumentado considerablemente con respecto al año pasado (66%), asimismo incrementó la concienciación sobre aspectos relacionados con ESG, tras la COVID-19.
Pese al panorama hay falta compromiso con ESG
Aunque la mayoría pudo señalar las ventajas económicas del liderazgo en ESG, siendo las más citadas el desarrollo de nuevos productos y servicios sostenibles, se reveló que muchos profesionales consideran que los integrantes de los consejos de administración están obstaculizando el avance hacia un futuro en el que la ESG esté debidamente integrada en la estrategia empresarial.
El 43% afirmó que faltaba el compromiso directivo para integrar plenamente los factores ESG, frente al 28% del año pasado. Más de la mitad dijo que hay una diferencia de opinión «significativa» entre los líderes sobre cómo equilibrar los resultados a corto y largo plazo.
Esto, en la práctica, representa que muchos colaboradores creen que su junta directiva no está planificando adecuadamente los cambios necesarios a largo plazo en la inversión, los modelos de negocio y las habilidades para prosperar en las próximas décadas.
Hemos llegado a una encrucijada en la agenda ESG. La evolución en la forma en que las compañías y sus stakeholders consideran este tema se ha acelerado por la pandemia de la COVID-19, al igual que el compromiso de la industria con la COP26 y con el de apoyar los objetivos climáticos.
Julie Teigland, socia directora de área de EY para la región EMEIA.
«Al mismo tiempo, dentro de las organizaciones están apareciendo ejecutivos apasionados por marcar la diferencia para el planeta y las personas así como para construir la resiliencia de sus organizaciones», señala Julie Teigland, socia directora de área de EY para la región EMEIA.
«El siguiente paso es romper las barreras a las que se enfrentan las compañías a la hora de establecer la ESG como parte de su estrategia corporativa. Las agendas ESG que desbloquean el valor a largo plazo deben estar vinculadas a iniciativas de gobernanza que se centran en la colaboración», concluye Teigland.
Recomendaciones para el futuro
El informe sobre los resultados de la encuesta establece varias recomendaciones para los consejos de administración que buscan enfocar ESG no como un ejercicio de tachado, sino como algo que debe estar integrado en la estrategia empresarial.
Por ejemplo, sugiere que las organizaciones vinculen los modelos de remuneración de los ejecutivos a la estrategia ESG, pasando de una relación arbitraria a una con métricas claras y reconocimiento de si los objetivos son ambiciosos en el contexto.
La buena noticia es que el 33% de los profesionales afirmó que su empresa está planeando establecer marcos de remuneración de ejecutivos vinculados a ESG este año.
Otra recomendación es que las corporaciones examinen adecuadamente sus actuales esfuerzos de información sobre ESG y trabajen con los inversores para entender qué quieren ahora y qué buscarán en el futuro.
Asimismo, se destaca que los datos sobre riesgo climático serán un requisito legal en el Reino Unido, y afirma que otras zonas geográficas y sectores deberían «mejorar la información ahora, en lugar de esperar a que se introduzcan normas de información obligatorias».
También se insta a tener en cuenta que es probable que los inversores y otras partes interesadas pidan más cifras duras, en los próximos años, sobre algunos temas ESG de los que se informa poco ahora, como la biodiversidad y los riesgos éticos.
La tercera y última recomendación del informe implica considerar un cambio en el modelo de funcionamiento y la composición de los consejos de administración, en términos de diversidad e inclusión, habilidades e intereses creados. En cuanto a esto se subrayan las ventajas de hacer que la ESG sea una responsabilidad conjunta. Una alternativa es la creación de un comité con el apoyo adecuado.
El Long-Term Value and Corporate Governance Survey se produce en un contexto de debates sobre si los enfoques actuales de ESG son suficientes, o si las afirmaciones y divulgaciones son simplemente un greenwashing o propósito de engaño.
Un estudio realizado en 2021, que abarcó a 4,600 inversores, indicó que al 90% de los participantes le resultaba difícil confiar en las afirmaciones sobre ESG de las empresas. Desde entonces, se han publicado varios artículos sobre las altas calificaciones ESG —o el aumento de las inversiones— en sectores con un historial de malos resultados medioambientales, como el petróleo, el gas y la moda rápida.