Pilar Bazán, directora de Olimpiadas Especiales México, una asociación civil que promueve el deporte en individuos con alguna discapacidad intelectual, apoya desde 1987 a 26,000 atletas en 26 estados.
La misión de su fundación es entrenar a deportistas con capacidades especiales para competir en torneos internacionales, en 23 disciplinas.
La fundación integró una selección de 96 atletas que representaron a México en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales en Atenas, Grecia, en 2011.
Su próxima meta es lograr el pase a las Olimpiadas Especiales 2015 en» Los Ángeles, California, el 21 de julio.
La labor más dura de Bazán no fue reunir a los 5,000 voluntarios que trabajan en la fundación. Su mayor reto es obtener el dinero para la operación de la asociación. Las Organizaciones de la Sociedad Civil (ose) e Instituciones Sin Fines de Lucro (ISFL) son la contra parte de las empresas. Producen bienes y servicios para la comunidad, pero sin un objetivo comercial.
Instituciones de asistencia y beneficencia privada, centros de investigación y fundaciones son algunas figuras legales que tienen como objetivo el desarrollo social.
Los voluntarios y las empresas son sus principales benefactores bajo un esquema de donativos, alianzas e intercambio comercial. Pero sólo uno de cada 10 mexicanos dona tiempo, bienes o dinero a una ose, dice un estudio de Alternativas y Capacidades, una asociación que promueve la inversión social.
«Somos una sociedad muy solidaria, pero con mucha desconfianza en las organizaciones», dice Marion Olvera, directora de Alternativas y Capacidades.
Ser filántropo requiere un análisis de afinidad de valores con la misión de la organización y un compromiso para realizar una inversión social en busca del bien común.
En México, 42% del trabajo voluntario para el desarrollo social lo aportan individuos e instituciones privadas, según el informe Cuenta Satélite de las Instituciones Sin Fines de Lucro 2013 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).
Los organismos gubernamentales se encargan del resto del trabajo.
Realizar donativos y acciones por el bien común es parte de la responsabilidad social, pero la participación individual y empresarial en México tiene obstáculos.
«Hay restricciones gubernamentales, poca participación empresarial y desconfianza», dice Alejandra Iglesias, una profesionista independiente. Iglesias creó Fundación Lucy en 2011 por iniciativa propia. La misión de su organización es apoyar a mujeres que viven en pobreza.
Labor desinteresada
En México hay 25,000 ose registradas en el Instituto de Desarrollo Social (Indesol), un organismo gubernamental que regula las actividades de la sociedad civil. Pero sólo 7,000 tienen deducibilidad de impuestos.
A pesar de las restricciones del Sistema de Administración Tributaria (SAT) y el regulador gubernamental, Indesol, para deducir de impuestos los donativos de personas físicas y morales, las organizaciones recibieron 8,200 millones de pesos (MDP) en 2013.
El total de trabajo remunerado y voluntario que abonaron las instituciones sin fines de lucro al país en 2013 fue de 424,181 MDP, que representa 2.7% del producto interno bruto, según el INEGI.
Más de la mitad de estas organizaciones, 53.8%, trabaja por la educación y la investigación, 12.3% promueve actividades religiosas, 10.2% atiende temas de vivienda y desarrollo, y 6%, de salud. Una de cada 10 asociaciones desarrolla programas de cultura y recreación.
La filantropía se institucionalizó en los últimos 15 años a la par del proceso democrático del país, dice Michael Ley ton, di rector de Proyecto Filantropía y Sociedad Civil del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), una oSC.
Las fundaciones empresariales o corporativas son instituciones privadas creadas por una empresa, que se fortalecieron desde entonces. Tienen el respaldo económico de la compañía que los apadrina, pero operan de forma independiente.
En México hay 131 fundaciones empresariales, según el estudio Fundaciones Empresariales en México del Centro de Investigación y Estudios sobre la Sociedad Civil (CIESC). Estas instituciones corporativas aportan 30% de los re cursos que reciben las asociaciones cada año, de acuerdo con el centro especializado en sociedad civil. Otro 20% proviene de particulares y 50%, de aportaciones gubernamentales.
«Mejorar la reputación es una de las motivaciones de las empresas que tie nen programas de responsabilidad social o una fundación», dice Leyton. A pesar de la toma de conciencia faltan filántropos.
Olvera dice que la gente no tiene confianza de que el dinero se aplique de manera correcta. Esto se suma a la falta de información sobre el trabajo de las fundaciones y las restricciones fiscales del SAT. Sólo 25% de las OSC del país dan recibos deducibles de impuestos.
ABC del filántropo
Apoyar un proyecto para dar solución a un problema social convierte a individuos y empresas en filántropos. La causa se determina por afinidad de va lores y grupo vulnerable. Elegir una fundación requiere los si guientes puntos.
- Perfil: Visitar la organización acerca al benefactor a su visión, su misión y sus valores. La información debe ser pública en su página web.
alores afines. El donador debe identificarse con la causa y con los beneficiarios. Hay cientos de opciones, desde protección de animales hasta acciones para combatir una enfermedad. - Participación: No basta donar dinero. Sumarse como voluntario crea un lazo emocional.
- Seguimiento: La asociación debe informar los resultados a los donantes para generar un compromiso de largo plazo. El Centro Mexicano para la Filántropia (Cemefi), un organismo que agrupa a más de 1,000 instituciones de asistencia privada, creó una certificación de Institucionalidad y Transparencia. Este distintivo da certeza de que una funda ción, tanto independiente como empresarial, opera de manera correcta. «La certificación avala que las instituciones son transparentes», dice Alejandra González, directora de comunicación del Cemefi. El centro tiene 700 fundaciones certificadas. También la asociación Alternativas y Capacidades lanzó Fondos a la Vista, una herramienta digital que ofrece información financiera de las organizaciones y sus donantes. Tiene un buscador de organizaciones y filtros por ubicación, nombre y palabras clave. La periodicidad y el monto de los donativos dependen del esquema de atracción de recursos de cada asociación y de las posibilidades del benefactor.
Tener donadores comprometidos con una causa es el esquema ideal para una OSC. Pero ninguna fundación está cerrada a recibir obsequios en especie, visitas o donativos únicos, dice Olvera. «Lo importante es ayudar al menos una vez en la vida».
Fundaciones más importantes en México
Una empresa o una persona física pueden ser benefactores de una fundación empresarial o ISFL independiente.
Fundación BBVA Bancomer recibe 1% de las utilidades del banco. «Con ese dinero ayudamos a 1.3 millones de personas con becas educativas, principalmente», dice Sofía Ize, CEO de FundaciónBBVA.
El giro de Fundación Telmex no tiene relación con el negocio de la empresa. «Tiene que ver tan sólo con una vocación de servicio», dice José Cota, direc tor de Operaciones de la fundación. Grupo México tiene programas propios y apoya a más de 50 asociaciones.
Los 36 atletas mexicanos con discapacidad intelectual que participaron en las Olimpiadas Especiales de 2011 ganaron 10 medallas. En 2015 superarán la marca, dice Pilar Bazán, directora de Olimpiadas Especiales México.
Más allá del medallero, el retorno de inversión para los benefactores de esta fundación es ver que los atletas tienen confianza y son capaces de superar cualquier obstáculo. «Si quienes tenernos más posibilidades jalamos a los menos afortunados, todos viviremos mejor», dice Bazán.
Fundacion Telmex
Año de creación:1995
Director: Arturo Elías Ayub
Red de Voluntarios Telmex es el programa de participación para voluntarios. Ellos dan talleres a emprendedores o trabajan en Casa Telmex, que tiene aula y biblioteca digital. Los donativos se hacen en supermercados y cajeros automáticos.
Fundación BBVA
Año de creación: 2001
Directora: Sofía Ize
Los donativos se hacen en línea. El voluntariado trabaja con las instituciones asociadas. El Museo Carrillo Gil tiene programas de arte y Fundación Cinépolis organiza un concurso de cortometrajes.
Fundación Femsa
Año de creación: 2008
Presidente: Jose Antonio Fernández
Voluntarios y donadores participan a través de 25 instituciones especializadas. La fundación apoya programas de nutrición, deporte, cuidado del agua y calidad de vida.
Fuente: GUTIÉRREZ, Gabriela. Faltan Filántropos. Expansión. Junio-julio, 2015, p. 320-324