Además del cineasta danés Lars von Trier, otras figuras de la farándula y el espectáculo se han convertido en centro de la polémica por comentarios antisemitas.
El caso de Mel Gibson en 2006 es uno de los más recordados. Mientras el actor manejaba ebrio por Los Angeles, California, fue detenido por un policía quien procedió al arresto. Pero mientras el oficial cumplía con el procedimiento de ponerle las esposas, Gibson comenzó a gritar ofensas contra los judíos.
Entre otras cosas, el actor de religión católica, dijo que los judíos eran realmente los culpables de todas las guerras en el mundo.
Por esos comentarios, Gibson fue obligado a llevar una terapia para manejo de la ira. También fue condenado a tres años de libertad condicional.
Una vez rehabilitado, Gibson se dsiculpó: “En mi corazón no soy antisemita. No soy racista. El odio de cualquier tipo está en contra de mi fe”, reconoció el actor.
Otro actor acusado de antisemita fue Charlie Sheen, quien durante su confrontación con Warner por su despido de la serie Two and a half men, insultó al productor Chuck Lorre llamándolo por su nombre en hebreo: Chaim Levine.
Abraham H. Foxman, director de la Liga estadounidense Anti Difamación, condenó sus declaraciones. “Al utilizar el nombre judío del productor Chuck Lorre en sus insultos contra él, Charlie Sheen da la impresión de que una de las otras razones de su antipatía hacia Lorre es que sea judío”, dijo en un comunicado.
En España, el caso del cineasta Nacho Vigalondo causó especial revuelo. Vigalondo, un twittero muy activo, escribió en esta red social el mensaje: “Ahora que tengo más de cincuenta mil followers y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El holocausto fue un montaje!”
El cineasta era colaborador del diario El País, que decidió despedirlo a pesar de que Vigalondo dijo haber escrito el mensaje en “clave de humor”; mismo argumento que utilizó, por cierto, Lars von Trier.
John Galliano es, en la moda, el ejemplo más emblemático. Christian Dior decidió sustiuirlo de su cargo el 25 de febrero de 2011 al ser detenido en París por lanzar presuntos insultos antisemitas contra una pareja en un café. Según la Associated Foreign Press, los policías se abalanzaron y detuvieron a Galliano, encontrando que había estado bebiendo.
Su expulsión ocurrió después de que se lanzara a la luz un video en el que Galliano, ebrio, declara “adorar a Hitler”. Desde entonces, la carrera de galliano ha tenido un bache del que no ha podido salir a pesar de que se defendió con el argumento de que había sido una “discusión de bar”.
Fuente: El Universal.com.mx
Publicada: 20 de mayo de 2011
