Un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia descubrió que los agentes especiales del FBI «a veces utilizaban fotografías de jóvenes empleadas del personal de apoyo para hacerse pasar por menores de edad o trabajadoras sexuales, y atraer así a los depredadores sexuales en varios sitios web de las redes sociales», es decir, las usaban como carnada para abusadores.
De acuerdo con Fast Company, el informe se produjo después de que un agente especial mantuviera una relación inapropiada con una empleada del FBI que «incluía que el agente especial del FBI pidiera a la empleada del personal de apoyo que le proporcionara fotos provocativas de sí misma para operaciones encubiertas en línea».
Ese agente dijo a los empleados que no contaran a nadie, incluidos sus supervisores, sus operaciones, y no guardó ninguna documentación sobre cómo se obtuvieron o utilizaron las fotos, y el FBI no tenía registros de dónde se publicaron o si seguían colgadas.
«Esta conducta plantea potenciales consecuencias adversas» para el personal certificado no encubierto, dijo Horowitz, señalando que la publicación de sus fotos en línea podría ponerlos «en peligro de ser víctimas de delitos penales».
En general, el FBI no tenía ninguna política para obtener el consentimiento por escrito antes de utilizar las fotos para el trabajo encubierto en línea y no había ninguna supervisión particular de cómo se utilizaban, según el informe.
El informe recomienda que el FBI adopte políticas en torno al uso de fotos de empleados encubiertos no certificados para operaciones en línea y, si el FBI continúa con esta práctica, establezca directrices formales, obtenga el consentimiento por escrito de los empleados y documente cuándo y dónde se utilizan las fotos.
En una respuesta compartida con el informe, el FBI dijo que «acepta plenamente estas recomendaciones» y que actualizará sus directrices «en las próximas semanas».