Integrantes de la Iniciativa Mexicana para las Energías Renovables exhortan a la próxima administración a actuar para aprovechar el gran potencial identificado.
Los expertos que conforman la Iniciativa Mexicana para las Energías Renovables (IMERE) felicitaron la publicación presentada ayer por la Secretaría de Energía de cinco estudios sobre el potencial de las energías renovables en México por tecnología: eólica, solar fotovoltaica, biomasa, geotérmica y cogeneración eficiente. Esta información dará mayor certidumbre al sector energético y a los inversionistas en energías renovables, al analizar a detalle el potencial de cada tecnología desde un punto de vista técnico y económico, identificando el potencial que resulta competitivo con respecto al contexto energético del país.
Para el potencial eólico se encontró que además de los 1,300 megawatts (MW) de electricidad que actualmente se tienen de capacidad instalada, existe un potencial de desarrollo de 12,000 MW adicionales, que resultan competitivos con respecto a la energía convencional y que se pueden aprovechar dentro de los próximos 8 años. Por otro lado, se encontró que la tecnología solar fotovoltaica (FV) tiene un potencial sumamente importante por las condiciones geográficas del país; en este caso se identificó un potencial de cerca de 6,400 MW tan sólo en el sector residencial para el año 2020. Sin embargo, el documento concluye que el desarrollo de la generación solar no debe depender sólo del mercado de autoabastecimiento, sino que será necesario que se establezca un marco regulatorio que permita detonar el crecimiento de esta industria. La IMERE comparte esta conclusión, al considerar que para desarrollarla será imprescindible el impulso de esta tecnología por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en el Sistema Eléctrico Nacional.
México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en el aprovechamiento de tecnología geotérmica. Para esta tecnología se encontró un objetivo competitivo de 2,200 MW adicionales a la producción instalada actualmente, además de un potencial de desarrollo de más de 12,000 MW. De igual forma, el estudio concluye que esta tecnología requiere de importantes cambios en materia regulatoria para poder aprovechar el recurso de manera óptima.
Respecto al estudio de biomasa, el potencial técnico identificado para 2020 bajo los esquemas de autoabastecimiento y pequeño productor es de 3,642 MW, de los cuales cerca de 1,500 MW podrían ser económicamente competitivos con respecto a las tarifas de media tensión al corto y mediano plazo. Esta tecnología resulta muy atractiva pues su aprovechamiento permitiría generar empleos e inversiones importantes dentro del sector agrícola del país.
En todos los estudios se identificaron las barreras desde el punto de vista regulatorio y de financiamiento que hoy en día no permiten el repunte del sector de energías renovables. Los miembros de la IMERE coincidieron en que México cuenta con vastísimos recursos naturales que permitirían al país ser potencia en la generación de energía a través de fuentes renovables y exhortaron al gobierno entrante a tomar en cuenta la información generada para establecer los mecanismos de acción y las modificaciones regulatorias necesarias para aprovechar el enorme potencial identificado de energía limpia y renovable.
Los integrantes de la IMERE coinciden en señalar que México tiene una gran oportunidad de detonar la industria de energías renovables y convertirse en líder en la materia; creando una cadena de valor completa del sector y promoviendo el crecimiento económico y la generación de empleos.
Gerardo Pandal, Director de Energías Renovables y Eficiencia Energética de Guascor de México, destacó que “ahora lo importante será aprovechar el potencial identificado. Para lograrlo, el nuevo gobierno deberá establecer una ruta clara con metas específicas, facilitar la inversión en la red de transmisión mediante esquemas flexibles que permitan la pronta interconexión de los proyectos y simplificar el proceso de la obtención de permisos, así como considerar seriamente ser un consumidor importante de este tipo de energías”. Sobre las ventajas de las energías renovables, agregó: “las energías renovables permitirán estabilizar e incluso bajar el precio de la energía, al tener certeza del costo de producción, cuyo insumo principal no depende del mercado de hidrocarburos ni está sujeto a problemas geopolíticos. Adicionalmente será importante que se tomen en cuenta las externalidades asociadas en el costo de las energías convencionales, de esta manera las dos fuentes de energía opositoras podrán competir de manera justa. Las energías renovables por fin tienen una oportunidad, los mexicanos queremos energía limpia, aprovecharla ahora será determinante para nuestro futuro.”
Adrián Fernández, Representante de la Fundación Climate Works en México, señaló que “la implicación más importante de estos estudios es que el nuevo gobierno federal tiene la enorme oportunidad de impulsar a gran escala el desarrollo de las energías renovables en México. Para ello se requiere de cuatro condiciones: 1) La decisión política del Presidente; 2) un marco regulatorio que dé certidumbre a la inversión para el desarrollo de infraestructura 3) el diseño de esquemas financieros que estimulen la inversión privada y 4) una nueva gobernanza energética caracterizada por la eficacia, transparencia y honestidad de la Comisión Federal de Electricidad. Si se conjugan estos elementos, la administración de Peña Nieto pasará a la historia como aquella que tuvo la visión y capacidad de conducir a México hacia una transición energética social, económica y ambientalmente sustentables.”
Comunicado de Prensa