Esta mañana España amanece con un nuevo rey. Tras la abdicación de Juan Carlos I luego de 39 años de reinado, es Felipe VI quien asume desde hoy la corona, y con ella la complicada tarea de mantener la unión del país en tiempos difíciles.
Durante su discurso, Felipe VI reconoció el papel de los Reyes Juan Carlos y Sofía y juró lealtad a la constitución española, pero también realizó un compromiso firme de transparencia y cercanía con los ciudadanos, recordando que éstos demandan que los principios morales y éticos inspiren la vida pública de la corona.
«La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social.», aseguró. Señaló también que «sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones».
Declaró que ante la crisis económica que afecta a España, la corona tiene «el deber moral de trabajar para revertir esta situación y el deber ciudadano de ofrecer protección a las personas y a las familias más vulnerables», y aseguró que la creación de empleo será una prioridad para el estado.
Finalmente invitó a los españoles a trabajar juntos enriqueciendo la colectividad y girando en torno a objetivos comunes de prosperidad, «Porque una nación no es sólo su historia, es también un proyecto integrador, sentido y compartido por todos, que mire hacia el futuro», aseguró.