Muchas empresas quieren integrar tendencias, como feminismo y marketing pero son pocas las que saben hacerlo de una manera correcta y responsable. Una de ellas es la Revista Bust, que parece dar cátedra en el tema.
Feminismo en la Revista Bust
Debbie Stoller, fundadora y editora en jefe de Bust, señala que la Revista Bust comenzó hace 25 años. Su objetivo principal es ofrecer un espacio en donde el feminismo, la cultura y empoderamiento tengan lugar y sean abordados desde una trinchera distinta a lo compartido en ejemplares como Cosmopolitan o Glamour.
La revista de Bust, se posicionaría como la contraparte de Playboy. Mientras que la cultura pop sería abordada desde una perspectiva feminista y le daría este término mejores relaciones.
Para Stoller, la Revista Bust se ha posicionado como una alternativa real a Vogue, Cosmo, Mademoiselle y Glamour; editoriales, que anteriormente, y de acuerdo con ella, dejaban un impacto negativo en las personas porque apoyan ideas un tanto estereotipadas sobre las mujeres.
“Esas revistas hacían que las mujeres que conocía se sintieran terriblemente mal consigo mismas y apenas mencionaban el feminismo. Nosotras queríamos hacer una revista en que las mujeres realmente se sintieran bien leyendo”, señaló.
A la par de Bust, salieron otras publicaciones independientes en nombre del feminismo. Sin embargo, Bust es la única que ha logrado sobrevivir a lo largo de los años y ha podido posicionar al feminismo y el marketing desde una perspectiva más completa y responsable.
El equipo de Bust señala que parte del éxito de esta editorial, fue que encontró la manera impulsar una sana relación entre el feminismo y el marketing sin la necesidad de rellenar páginas con publicidad sexista e irresponsable.
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La Revista Bust se ha posicionado por su contenido feminista y atractivo.
Entregándole a los lectores, un material con información valiosa, libre de estereotipos y llena de casos de éxitos en los cuales pueden inspirarse.
Para Stoller, esta forma de trabajar le ha permitido crear un vínculo fuerte con sus consumidores y mantener a la revista de una manera honesta y limpia sin necesidad de recurrir a publicidad excesiva.
“No podemos darnos el lujo de hacer otra cosa que no sea lo que podemos permitirnos. Tenemos que trabajar dentro de nuestros medios; tenemos que tener un presupuesto equilibrado”, señalan.
¿Qué papel juega ahora Bust?
Bust ha sobrevivido a las cambiantes mareas del feminismo y lo que las mujeres demandan de sus medios. Esta evolución y la incorporación constante del término feminismo es algo que Bust ha tenido en cuenta.
«Siempre hemos entrevistado a celebridades y siempre les hemos preguntando si eran feministas. Algunas dirían que sí, pero siempre tuve la sensación de que había celebridades que tenían miedo de decir que lo eran feministas”, mencionó.
Ahora, este miedo se ha disuelto y cada vez hay más personalidades que comparten su legado feminista y su lucha por terminar con todas las barreras que impiden un mundo tolerante, equitativo e igualitario.
Esto ha permitido que Bust pueda seguir posicionada como una revista poderosa en donde la fotografía, la ilustración y otras herramientas les ayuden a contar la historia de las mujeres que están rompiendo barreras en el mundo.
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«Cuando pregunto dónde encaja Bust ahora que muchas revistas de mujeres han crecido con los tiempos, creo que somos mucho más que cultura pop y nos enfocamos en ofrecer contenido rico», comparte.
Quienes integran al equipo de Bust, mencionan que son sumamente cuidadosos al seleccionar y generar contenido porque quieren ofrecer calidad, buena información e historias que dejen huella.
«Las mujeres que acuden a Bust, no están necesariamente interesadas en el exceso de contenido principal dirigido a las mujeres. Piensan por sí mismos, y no creen en una gran cantidad de tonterías», menciona.
Feminismo y marketing
De acuerdo con Stoller, hoy en día las marcas buscan integrar al feminismo y al marketing como una estrategia para vender y atraer clientes, no para fomentar un cambio cultural positivo.
«Para que un contenido realmente sea feminista, este debe de tener el principal objetivo de educar a su audiencia sobre la desigualdad social entre hombre y mujeres, tratando de retirar la etiqueta de que todo lo que no es misógino es feminista solo porque un contenido muestra a mujeres como protagonistas», menciona.
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Por su parte, Bust no solo se encarga de crear un contenido realmente educativo y feminista, también es de las pocas revistas lideradas por mujeres y que no han visto en la palabra feminismo un signo de pesos.
«Solíamos evitar el uso de la palabra feminismo porque simplemente la gente no lo entendían. Hoy, es un punto de venta y podemos decirlo pero el establo de anunciantes que buscan llegar a mujeres jóvenes e inteligentes usan esta palabra como principal gancho», señala.
Al igual que las otras editoriales, Bust tiene que lidiar con la evolución del feminismo y comprender que este término, también abarca cuestiones sobre interseccionalidad, fluidez de género, y opiniones variadas sobre lo que constituye el feminismo a través de las generaciones.
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Para Stoller la integración de todos estos términos es una oportunidad para fomentar la evolución del pensamiento, la inclusión, la individualidad y otros aspectos que son más que importantes para las generaciones.
Como parte de este esfuerzo, Stoller comparte que el movimiento #MeToo es un ejemplo de que un gran porcentaje de la sociedad está cansada y exige un cambio justo.
Sin embargo, es importante que antes de sacar una conclusión o etiquetar un producto cultural, reflexionemos cual es el principal objetivo del mismo y si de verdad tiene una buena intención.
En el caso de BUST, es una revista que trata de celebrar todos los lados del feminismo y ser un medio de confianza en las tendencias emergentes entre las mujeres exigentes, educadas y culturalmente conscientes.