La inversión en tecnologías de energía limpia ofrece una gran oportunidad para trazar un nuevo camino de bajas emisiones para el crecimiento y alcanzar la prosperidad hacia una economía más sostenible. Sin embargo, una nueva investigación encontró que los bancos globales canalizaron solo el 7% de su financiamiento energético a renovables.
Lo anterior ha despertado preocupaciones respecto a su compromiso por descarbonizar la economía, es decir, dejar de depender de energías fósiles, pero también advierte que ante los niveles de inversión actual está en peligro lograr el objetivo global de mantener el aumento de la temperatura del planeta menor a 1.5°C, según lo planteado en el Acuerdo de París.
Bancos globales carecen de Responsabilidad Social
De acuerdo con datos producidos por ONG ambientales Sierra Club, Fair Finance International, BankTrack y Rainforest Action Network publicadas durante la última semana de enero, se advierte que las instituciones financieras no están apoyando los esfuerzos para alcanzar emisiones netas cero para 2050.
La investigación encontró que solo 7% de inversión por parte de los bancos globales ha sido destinado para el financiamiento de proyectos e iniciativas de energías renovables que impulsen el desafío hacia la energía limpia, eficiente y asequible, entre 2016 y 2022.
De 60 bancos analizados, se registraron más de 2.5 billones de dólares en préstamos y bonos para el sector energético entre enero de 2016 y julio de 2022. De esa cantidad, 2.3 billones se destinaron a la producción de combustibles fósiles y solo 178 mil millones se destinaron a energías renovables.
En total, las entidades financieras Citigroup y JP Morgan Chase canalizaron cada uno 181 mil millones de dólares a las empresas de energía examinadas entre 2016 y 2022, pero solo el 2% se destinó a energías renovables. Además, solo el 2% del financiamiento de Barclays a las empresas de energía se destinó a energías renovables. Otras cifras notables incluyen los bancos como Royal Bank of Canada con solo 1%, Mizuho 4%, HSBC 5% y 7% para el banco francés BNP Paribas.
Promesas climáticas de los bancos
La investigación encontró que la proporción del financiamiento general para las empresas de energía que se destinó a proyectos de energías renovables alcanzó un máximo del 10% en 2021, pero desde entonces se ha «estancado» en lugar de aumentar. En general, la cantidad total de financiamiento de energía limpia fue de 34.5 mil millones de dólares en 2021.
En respuesta a los hallazgos, un portavoz de GFANZ dijo: «Este informe no proporciona una visión integral de la inversión en energía limpia». y añade que el informe excluye al 70% de las empresas de generación de energía, la mayor parte de las cuales representa la mayor parte de la energía eólica y solar del mundo.
Asimismo, el portavoz indica que un análisis de la Agencia Internacional de Energía (AIE) sugiere que entre 2021 y 2022 alrededor del 48% de la inversión total en energía se destinó al suministro de energía baja en carbono. «Eso sería imposible si los miembros de GFANZ no estuvieran financiando la transición», puntualizó.
Miembros de GFANZ responden a acusaciones
Los miembros de la Alianza han respondido a los señalamientos que evidencian una falta de compromiso hacia el financiamiento energético a renovables. «El impulso se está construyendo. La inversión en energía con bajas emisiones de carbono aumentó un 13.5% solo en 2022 hasta los 815 mil millones de dólares según la AIE», indicó el portavoz
Además, señaló que este año, los miembros de GFANZ detallarán cómo están financiando la transición energética y publicarán los objetivos provisionales y planes de transición para conseguirlo. Ello permitirá que, tanto gobiernos, como inversores y organizaciones de la sociedad civil, realicen un seguimiento proceso del progreso hacia los objetivos compartidos.
«En GFANZ, abogamos por que los gobiernos implementen políticas públicas que aceleren las condiciones necesarias para que la financiación privada aumente la inversión en energía baja en carbono en los países que más lo necesitan. Hacemos un llamado a las instituciones financieras que no están en ellas para que se unan a las alianzas que componen GFANZ para demostrar compromiso y convertirse en parte de la solución».
Portavoz de GFANZ.
El informe llega pocos días después de que un grupo de bancos firmara la declaración de la World Benchmarking Alliance (WBA), en la que pedía a las empresas de altas emisiones que hicieran una transición «justa» con bajas emisiones de carbono que tuviera en cuenta los impactos sociales de la descarbonización en todos los sectores industriales.
Específicamente, la declaración apunta a que las empresas deben entablar un diálogo con las distintas partes interesadas en la transición energética, a fin de realizar una transición justa que anticipe cómo podría afectar la descarbonización a ciertos grupos de personas y sus comunidades.
El futuro energético y climático del mundo depende cada vez más de las decisiones que se toman en las economías emergentes y en desarrollo. No obstante, conocer los planes de GFANZ permitirá tener con mayor precisión los avances y compromisos de la banca global con respecto al financiamiento energético a renovables.
