Por: Margarita Nanacatzin Romero Vázquez
Situaciones como la emergencia sanitaria, los conflictos bélicos, el cambio climático y más, generan un contexto de incertidumbre a nivel global, sin embargo, también pueden impulsar cambios significativos. Prueba de ello fueron las declaraciones que realizó recientemente Larry Fink —presidente y consejero delegado de BlackRock—, las cuales señalaron que la invasión de Rusia a Ucrania ha puesto fin a la globalización que hemos vivido durante las últimas tres décadas.
Tales afirmaciones engloban cierto grado de polémica, tanto para el sector financiero como para la economía en general, invitando así a reflexionar sobre un tema crucial: las finanzas responsables.
De acuerdo con la Unión Europea, las finanzas responsables o sostenibles se refieren al proceso de considerar factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) al tomar decisiones de inversión en el sector financiero, lo que lleva a inversiones a más largo plazo en actividades y proyectos económicos sostenibles. En otras palabras, ponen en el centro al planeta, la sociedad y al gobierno corporativo para gestionarlas.
Estas también apuestan por el desarrollo sostenible, entendido como un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. De hecho, las finanzas responsables son una herramienta para cumplir la Agenda 2030.
Empero, de acuerdo con el Banco Mundial, «no hay financiamiento suficiente […] muchos países no están listos para enfrentar el desafío del cambio climático y los avances en la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) son demasiado lentos». Esta situación es más alarmante si se toma en cuenta que el Servicio de Cambio Climático de la Unión Europea informó que el 2021 fue el quinto año más caluroso, mientras los años 2016, 2019 y 2020 ocupan los primeros lugares respectivamente.
Frente a este panorama, es imprescindible comprender cuál es la situación de las responsables en nuestro país, saber si existen preocupaciones genuinas sobre el tema, y si es posible que sean una herramienta efectiva para alcanzar la sostenibilidad.
¿En México existen las finanzas responsables?
Derivado de la emergencia sanitaria, el mundo ha enfrentado problemas económicos, incluyendo a nuestro país. No obstante, de acuerdo con Rogelio Ramírez de la O, Secretario de Hacienda y Crédito Público: «El sistema financiero ha jugado un papel clave para contener la afectación sobre la economía real, y cuenta con una gran fortaleza para contribuir a la reactivación de la economía nacional».
El actor clave es por ende el sector financiero, este comprende el conjunto de instituciones, mercados e instrumentos en el que se organiza la actividad financiera para movilizar el ahorro a sus usos más eficientes. Dicho de otro modo, este sector se compone de diferentes elementos que son el núcleo de la economía, y una forma de cambiar el desarrollo de un país es a través de él.
En México, las finanzas responsables se encuentran en constante crecimiento, en particular desde la banca del país y por parte de sus organizaciones representantes. En particular, Ramírez de la O señala que las autoridades han implementado y facilitado diversas iniciativas para tener un «sistema financiero incluyente, sostenible y consciente de los retos de cambio climático», a través de:
- 2 bonos soberanos sustentables.
- Taxonomía sustentable para el sistema financiero mexicano.
- Fortalecer al sistema financiero.
- Blindar las inversiones de greenwashing, social o de género.
De hecho, en marzo pasado, dentro de la 85 Convención Bancaria: «Una banca incluyente en la era digital y los retos del cambio climático» se dieron a conocer algunas iniciativas y compromisos sobre el tema.
Declaratoria a favor del desarrollo de las finanzas climáticas, verdes y sostenibles
En este marco, el Consejo Consultivo de Finanzas Verdes (CCFV) y la Asociación de Bancos de México (ABM), realizaron un reconocimiento sobre el papel central que desempeñan en el desarrollo del financiamiento sostenible en México. Además, ambas instituciones señalaron que el cambio climático, la transición energética, la pérdida de biodiversidad y los retos sociales, representan riesgos y oportunidades que requieren especial atención en el diseño de soluciones financieras.
De hecho, muchos de los temas ambientales —como disminuir la aceleración del cambio climático— necesitan de financiación, por lo que las acciones en materia de sostenibilidad son un elemento clave para la competitividad y estabilidad financiera en México, e incluso para la contribución con la sostenibilidad del planeta.
Dentro de la 85 Convención Bancaria, 34 instituciones de la banca comercial, la banca de desarrollo y la banca multilateral —propietarias de carteras de crédito con un valor por más de 6.4 billones de pesos— firmaron la «Declaratoria a favor del desarrollo de las finanzas climáticas, verdes y sostenibles».
Esta Declaratoria tiene como objetivo impulsar el financiamiento sostenible, transformar el interior de las instituciones hacia una economía neta en carbono e involucrar a los clientes y partes interesadas. Además, los compromisos que destacan son:
- Impulsar la transición hacia un sistema financiero más verde, sostenible e incluyente.
- Fortalecer el diálogo con reguladores, supervisores del mercado, asociaciones financieras y otros grupos de interés.
- Evaluar y fortalecer las estrategias climática, ambiental, social y de gobernanza.
Dichos acuerdos suponen un esfuerzo en conjunto del sector financiero que espera contribuir a generar finanzas responsables. Esto se reafirma a través de las declaraciones de Daniel Becker, presidente de la ABM, quien refrendó el compromiso que la banca tiene con el financiamiento a favor del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Becker destacó que contar con una estrategia climática, ambiental, social y de gobernanza, permite tomar decisiones más eficientes entendiendo los riesgos y oportunidades que generan los desafíos actuales.
En consideración a lo anterior, la Declaratoria reafirma el compromiso del sector bancario para impulsar las finanzas climáticas, verdes y sostenibles, además de fortalecer el diálogo con reguladores y otros supervisores del mercado, con el fin de contar con políticas públicas y un marco regulatorio que propicie el avance de la agenda nacional en esta materia. Así como sumar a otras asociaciones financieras y otros grupos de interés, con el objetivo de asegurar que las iniciativas que surjan sean incluyentes y robustas.
Por su parte, el director general de HSBC México y co-presidente del CCFV, Jorge Arce, resaltó que la colaboración es parte esencial de la transición hacia una economía baja en carbono. Arce indicó que «como sector financiero, además de ayudar y trabajar con sus clientes para hacer que el cambio suceda, se debe ser aliado de diversas instituciones y organizaciones para intercambiar ideas y buenas prácticas que permitan financiar la transición hacia una huella de carbono neutral».
Esta Declaratoria es un gran paso del sector bancario, el cual los compromete a evaluar y fortalecer de forma periódica nuestra estrategia climática, ambiental, social y de gobernanza, para promover la transición hacia un sistema financiero más verde, sostenible e incluyente.
Como es posible ver, actualmente, las finanzas responsables se están posicionando como un tema de gran interés, sobre todo si se busca construir un México sostenible y con visión a un futuro prometedor.
