En el panorama global, el compromiso de mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 1.5°C sobre los niveles preindustriales es más fuerte que nunca. Este esfuerzo, impulsado por la necesidad urgente de mitigar el cambio climático, exige inversiones significativas y es aquí donde los bancos se posicionan como actores clave para financiar la transición hacia una economía neutral en carbono.
De acuerdo con Bain & Company, la transición hacia una economía sostenible requerirá una inversión masiva estimada en $600 mil millones de dólares anuales hasta 2030, que se concentrarán principalmente en los Estados Unidos y Europa. Este escenario subraya la importancia de los bancos en esta transformación, con una proyección de ingresos anual incremental de $44 mil millones de dólares derivados de la financiación de la transición energética.
En este aspecto, las oportunidades de inversión hasta inicios de la siguiente década se distribuyen de la siguiente manera: América del Norte, $19.3 mil millones, Europa, Medio Oriente y África: $8.4 mil millones, Asia-Pacífico: $7 mil millones y América del Sur: $5.5 mil millones. (Cifras estimadas en dólares)
El reto es monumental, ya que entre 2021 y 2030, se prevé una inversión anual incremental de $1.4 billones, en donde sectores clave como el de energías limpias, vehículos de baja emisión y equipos industriales eficientes en combustible serán los principales focos de inversión.
Por otra parte, más allá de 2030, se anticipa que la región de Asia-Pacífico tomará el liderazgo en esta transformación, presentando oportunidades de ingresos globales por préstamos corporativos que alcanzarán los $2.3 billones de dólares anuales.
Es un hecho que los bancos que se anticipen en apoyar esta transición tendrán el potencial de capitalizar significativamente sus ingresos. Para lograrlo es necesario que implementen las siguientes acciones:
- Determinar la demanda: Identificar cómo emergerán las solicitudes por industria, geografía, vehículo de financiamiento y cliente.
- Priorizar oportunidades: Es importante focalizarlas, basándose en el gasto actual de capital de los clientes.
- Evaluar ofertas: Revisar las propuestas actuales para cada segmento e identificar los ajustes necesarios.
- Personalizar productos: Adaptar productos y asesoramientos que se alineen con los objetivos de transición de los clientes.
- Elevar habilidades: Capacitar a los empleados para ofrecer propuestas distintivas.
El modelo de Finanzas de Transición de Bain subraya que los bancos tienen una oportunidad sin precedentes para liderar y beneficiarse hacia una economía más sostenible. El hecho de que estas instituciones comprendan y actúen sobre esta transformación podrá contribuir a la generación de ingresos incrementales sustanciales y el impulso de su propia rentabilidad a largo plazo.