El 97% de una muestra de empresas buscan apoyar al Gobierno, de acuerdo a un diagnóstico del ITAM; la mayor parte de las firmas apoyan proyectos educativos, medio ambiente y desarrollo comunitario.
Las empresas en el país consideran que el Gobierno no tiene la capacidad por sí mismo para atender a todas las esferas de la sociedad, por lo que creen importante apoyar a la población través de programas de Responsabilidad Social o Filantropía Corporativa.
El Diagnóstico sobre Filantropía Corporativa en México, elaborado por la organización Alternativas y Capacidades, el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y Consultores en Investigación y Comunicación (CINCO), afirma que 97% de las 90 empresas encuestadas tienen como principal estandarte esta problemática al momento de ayudar.
El estudio contó con la participación de firmas como Cemex, Banamex, Ford Motor de México, Axtel, Cinépolis, la Comisión Federal de Electricidad y Grupo Omnilife, entre otras, de las cuales 54% afirman contar con proyectos filantrópicos desde hace más de 10 años y 19% entre 5 o 9 años.
La mayor parte de las firmas apoyan con inversiones en el sector educativo (73%), medio ambiente, desarrollo comunitario y niños (58% cada uno de los rubros) y tienen como principal objetivo de negocio mejorar su reputación e imagen a través de estos proyectos.
«La filantropía permite que la sociedad civil crezca y se democratice, y puede ser un instrumento estratégico de cambio social si se vincula con las causas, los problemas, los actores, las regiones y los enfoques que promueven este cambio», afirma el documento.
El presupuesto destinado a estas actividades va de 700,000 a 10 millones de pesos de acuerdo con el tamaño de la organización y en su mayoría se destina a áreas geográficas determinadas a través de fundaciones legalmente constituidas por las empresas.
Cerca de 33% de las empresas encuestadas buscan aumentar sus inversiones durante el próximo año.
El diagnóstico resalta que las empresas no perciben que «garantizar empleos, invertir en la calidad de sus productos y pagar impuestos sean contribuciones sociales, probablemente porque son vistas más como obligaciones empresariales».
El documento considera que las empresas han comenzado a profesionalizar sus actividades filantrópicas, pero tienen rezagos en la contratación de personal capacitado, con presupuestos y objetivos estratégicos, así como procesos de monitoreo y evaluación del impacto de sus campañas en la sociedad.
De igual manera las empresas esperan a que se les soliciten los apoyos en lugar de tener áreas estratégicas definidas para realizar las aportaciones, las cuales van principalmente a organizaciones de la sociedad civil (94%), dependencias gubernamentales (56%), y a individuos (49%).