Como muchos equipos siguen trabajando desde casa, la tradicional semana laboral de ocho horas y cinco días se está transformando. Los experimentos con los horarios son cada vez más frecuentes, pero el director general de una empresa tecnológica del Reino Unido no cree que las empresas vayan lo suficientemente lejos para dar flexibilidad total para colaboradores.
Según datos de Fast Company, Tom Fairey, director general de Stakester, una plataforma de competición online basada en habilidades para jugadores, comentó:
«Muchas empresas prueban con semanas de cuatro días, y no creo que sean realmente flexibles … si le dices a la gente cuándo tiene que trabajar, no le estás dando flexibilidad. Algunas personas pueden querer trabajar el fin de semana, y luego sienten que no pueden. El hecho de que se establezca una estructura de semana laboral para todos, no significa necesariamente que funcione para todos».
Antes de lanzar Stakester, Fairey procedía de un entorno empresarial. Cuando puso en marcha su empresa, escuchó una frase que cuestionaba su filosofía de gestión: El trabajo es algo que se hace, no un lugar al que se va. Después de poner en marcha la empresa con una semana laboral tradicional de cinco días, Fairey decidió probar un experimento, dando a su equipo total flexibilidad.
Me dije: ‘¿Cómo puedo crear algo que funcione para todos? … Tenemos lo que llamamos una ‘cultura adulta’. Mientras hagas tu trabajo, no importa cuándo lo hagas.
Tom Fairey, director general de Stakester.
La semana laboral que da flexibilidad total para colaboradores
Los empleados de Stakester pueden trabajar cualquier día de la semana, cuando quieran. En lugar de medirse por horas, los miembros del equipo tienen objetivos muy concretos que alcanzar. A alguien que trabaja en el desarrollo de productos, por ejemplo, se le da un plazo para completar una nueva función.
«Somos una empresa y tenemos plazos y objetivos, pero cuando la gente trabaja, eso no tiene sentido», dice Fairey. «Nos guiamos al 100% por los resultados. Establecemos lo que tenemos que conseguir, nos ponemos de acuerdo, y luego ellos van y lo hacen. Ellos deciden si van a trabajar a las 10 de la noche o a las 6 de la mañana. Les pido que sean responsables y trabajen las horas necesarias para conseguirlo.»
Fairey dice que el enfoque implica una mentalidad atlética. Si le dijeras a un atleta: ‘Vas a correr una maratón dentro de 6 semanas’, no le dirías: ‘pero tienes que correr entre las 10 y las 12 todos los días, dirías: ‘Corre cuando quieras correr’. Es lo mismo con el trabajo. Si se sienten un poco cansados y no descansan, estarán frente al ordenador siendo un zombi. Los quiero con energía, que trabajen duro todo el tiempo porque están comprometidos.
Pero trabajar en un horario diferente al de los compañeros puede suponer un reto si se necesita información para completar el trabajo.
«Le decimos a la gente: ‘Necesitamos que sólo seas responsable … Les damos flexibilidad total para colaboradores, pero existe la expectativa de que todavía hay que hacer el trabajo. Hay que respetar la libertad de los demás. Si haces una pregunta a alguien a las cuatro de la mañana, probablemente no sea razonable esperar una respuesta inmediata. Respeta el tiempo y las necesidades de los demás. Y cuando tengas que desconectar del todo, solo debes comunicarlo».
Los resultados de la flexibilidad total para colaboradores
Después de pasar el control a los empleados, Fairley dice que algunos se aferraron a un horario de nueve a cinco y cinco días a la semana. «El resto del mundo funciona así, y eso está absolutamente bien», dice.
Otros empleados prefieren trabajar los fines de semana, y algunos trabajan de noche. Y Fairey afirma que a un empleado afincado en Estados Unidos le gusta trabajar en horario británico porque tiene más libertad por la tarde.
Un acuerdo completamente flexible no funcionará para todas las empresas, pero Fairey lo recomienda para empresas remotas que se centran en objetivos y metas.
«Cuando das libertad a la gente para que trabaje de la forma que mejor les funcione, en lugar de la forma que mejor te funcione a ti, te sorprenderá lo que la gente es capaz de conseguir», comparte también:
«La flexibilidad total para colaboradores ayuda al bienestar mental de los empleados y les quita algo de estrés. Si tienen que recoger a los niños del colegio, ir al médico o simplemente quieren ir al gimnasio, pueden hacerlo. Los mejores resultados que obtendrá serán siempre los de los empleados más felices. Es tu responsabilidad como empleador asegurarte de que tus empleados tienen un reto, pero también son felices».
Consejos para empezar
Fairey admite que los directivos tienen que dar un salto de fe a la hora de implantar la flexibilidad total. «Una vez que se empiezan a ver los beneficios, resulta más fácil, pero no voy a pretender que sea fácil al principio», agrega. «La confianza es algo que se gana con el tiempo. Una vez que se la das a tus empleados, ellos también te la devolverán, y querrán trabajar por el bien de la empresa.»
También describe los resultados empresariales de la flexibilidad total como «increíbles». «Descubrimos que la gente es más creativa y su rendimiento es mejor», dice. «No sé si es el único factor, pero nuestro negocio ha crecido alrededor de un 2.000% desde que pusimos en marcha este sistema.»
Tanto si se trata de una semana laboral de cuatro días como de una flexibilidad total, ahora es el mejor momento para que las empresas experimenten, añade Fairey.
«Estamos en un momento increíble de nuestra historia en el que podemos cambiar las reglas, empezar las cosas desde cero y averiguar cómo podemos marcar una diferencia significativa en nuestra forma de trabajar», comenta. «
Hace tiempo que las estructuras de la semana laboral favorecen al empresario. Creo que es importante que lleguemos a un equilibrio entre ambas partes. Yo animaría a otros líderes y empresarios a hacer lo que funciona para su negocio. Experimenten con ello y vean lo que ocurre. Creo que se sorprenderán del resultado».
