Ciudad Juárez, en México, y otras ciudades de cinco países de América Latina y el Caribe se proponen utilizar el fútbol como herramienta para el desarrollo de la juventud
Cuando se convirtió en madre a los 18 años, Claudia Delgado tuvo que abandonar la escuela para cuidar a su bebé en Quito, Ecuador. Sin embargo, ocho años más tarde, el fútbol cambió su vida.
Delgado, ya por entonces de 26 años, se unió a un programa piloto de capacitación de jóvenes, apoyado por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), que utiliza el fútbol para enseñar a los adultos jóvenes habilidades muy apreciadas en el mercado laboral: capacidad para trabajar en equipo, confianza en uno mismo y respeto a los demás.
“Solía sentir que era inútil”, dijo la joven, quien en 2007 participó del programa piloto de entrenamiento y que ahora se desempeña como voluntaria en un proyecto de desarrollo de la juventud. “Después de que me uní al programa, me di cuenta de que podía hacer cosas que realmente pueden ser útiles para la gente”.
Los proyectos piloto en Ecuador, Brasil y Uruguay han tenido tanto éxito que ahora los jóvenes de Ciudad Juárez, en México, y de varias otras ciudades de cinco países de América Latina y el Caribe se proponen reproducir este programa de capacitación.
El Comité de Donantes del Fomin aprobó el 10 de marzo un programa de asistencia técnica por US$3,6 millones para apoyar programas similares de capacitación y empleo en México, Argentina, Colombia, República Dominicana, Jamaica y Haití. Además, los fondos ampliarán los programas existentes en Brasil, Uruguay y Ecuador. Alrededor de 5.400 jóvenes de entre 16 y 24 años que tienen bajos ingresos o que se encuentran en situación de riesgo se beneficiarán de esta nueva fase del proyecto.
Bajo el programa, el Fomin y la agencia ejecutora, Compañeros de las Américas (POA, según sus siglas en inglés), trabajarán en estrecha colaboración con el sector privado, organizaciones no gubernamentales y, en varios casos, con los gobiernos locales, para diseñar y ofrecer un programa de entrenamiento basado e inspirado en el fútbol a fin de satisfacer la demanda de los empleadores locales. A través de una red de organizaciones afiliadas, POA será el organismo de ejecución para todos los países, excepto Argentina, donde la implementación quedará en manos de Virreyes Rugby Club.
El proyecto tiene tres fases de entrenamiento. La primera fase utiliza el fútbol para enseñar a los participantes habilidades y valores importantes. La comunicación, la cooperación y el trabajo en equipo se aprenden a través de ejercicios en el campo, tales como hacer que los jugadores trabajen en parejas tomándose de las manos mientras juegan fútbol.
En la segunda fase, se ofrecen cursos técnicos a los participantes en áreas como mecánica, costura, servicios de hotel y restaurante, arbitraje y telemarketing. Los cursos se seleccionan en base a la demanda del mercado y la realidad económica de cada país. En la tercera fase del proyecto, los participantes tienen la oportunidad de intervenir en pasantías a través de contratos con universidades, organizaciones no gubernamentales y el sector privado.
En Ciudad Juárez se espera que el programa ayude a los jóvenes participantes a mantenerse alejados de la delincuencia organizada y, lo que es más importante, a desarrollar su pleno potencial como líderes de la comunidad. Así lo expresó Salvador de Anda, quien trabaja para el gobierno de Ciudad Juárez y ayudará a coordinar el programa de capacitación.
“Los mexicanos son muy creativos y este programa permitirá a nuestros jóvenes lograr un cambio en sus comunidades”, aseguró de Anda. “Queremos que los participantes sean una fuente de inspiración para otras personas”.
Las tres universidades más grandes de la ciudad ayudarán a diseñar y proporcionar el programa de capacitación, dijo de Anda. Se ofrecerán cursos para satisfacer las necesidades de las industrias manufactureras y de servicios en Ciudad Juárez. Se espera que cerca de 900 jóvenes de la ciudad mencionada formen parte del proyecto por un período de 30 meses.
El Fomin es un fondo autónomo administrado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que promueve el desarrollo del sector privado y la reducción de la pobreza, con énfasis en las micro y pequeñas empresas. Se espera que los gobiernos y otros socios del sector privado provean a este proyecto de capacitación juvenil la suma de US$4,4 millones en fondos de contrapartida.