Constituido por las 20 economías más importantes del mundo, el G20 es un foro internacional en el que jefes de Estado y presidentes de Bancos Centrales de los países que lo integran se reúnen para gestionar acuerdos o iniciativas que ayuden a concretar soluciones financieras y sociales que impulsen un desarrollo equitativo y sostenible, puesto que el grupo representa el 80% del comercio internacional, de ahí su relevancia y poder de influjo.
Desde 1999, año con año, estas naciones tanto poderosas como emergentes han establecido esta agenda en la que buscan crear alianzas para enfrentar los retos que se presenten. Cabe señalar que el G20 ha mantenido su estatus de diálogo informal, esto para que la flexibilidad ayude a hacer vinculaciones más efectivas, es decir, que las medidas no son obligatorias, sino que nacen de la disposición por generar un progreso conjunto.
Los temas que dominan las sesiones del grupo suelen ser financieros, si bien también se abordan problemáticas sociales y ambientales. Estas últimas relacionados con el clima, han sido en las que fracasa G20, puesto que no las han podido empatar con las económicas, lo que pone en juicio qué tan comprometidos están los Estados con más injerencia en los asuntos ambientales.
Las potencias y la crisis climática
La crisis climática ya es un tema de seguridad internacional, dado que sus efectos están repercutiendo de muchas maneras, y varios expertos afirman que de no frenar el aumento de la temperatura las consecuencias serán irreversibles y el futuro se presentaría catastrófico. Por lo que instancias como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han hecho un llamado a las todos los países a que reafirmen sus compromisos para mitigar las afectaciones y transitar hacia maneras de producción más limpias.
“[…]Todas las economías desarrolladas y en desarrollo con emisiones importantes deben hacer mucho más y más rápido para cambiar las matemáticas y reducir el sufrimiento, teniendo en cuenta las responsabilidades comunes pero diferenciadas”.
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.
Pese a estas peticiones y, sobre todo, tras el estallido de la guerra en Ucrania, muchas de las metas ambientales de las naciones más favorecidas se vinieron abajo, pues al depender del gas suministrado por Rusia, tuvieron que regresar a fuentes de energía más contaminantes e incluso reactivar proyectos de combustibles fósiles.
En este sentido, muchos países han dejado de lado lo que se estableció en el Acuerdo de París, el tratado internacional más importante para frenar el cambio climático, lo que supone que el grupo no está haciendo lo suficiente, al menos en cuanto a materia ambiental.
La reunión climática sin resultados
En este contexto, en el que se están tomando decisiones en las que se notan que fracasa G20 en cuanto al propósito climático, no es de asombrarse que la reunión del grupo para abordar el tema ambiental no haya tenido grandes resultados. Incluso el debate no generó ningún comunicado oficial lo que significa que no hubo un consenso sobre las medidas para enfrentar el cambio climático.
Frente a esto, el delegado climático del Reino Unido, Alok Sharma, afirmó que fracasa G20 pues está retrocediendo en conseguir metas ambientales, destacando que la postura del grupo era «increíblemente preocupante», sin señalar a ningún miembro en particular, el diplomático expresó que muchos países están abandonando lo que se impusieron en los convenios de París y Gaslow.
«A menos que el G20 esté dispuesto a cumplir los compromisos que hizo en Glasgow, me temo que la perspectiva de mantener 1.5 grados al alcance se esfumará muy, muy rápido».
Alok Sharma, delegado climático del Reino Unido.
Con una sentencia más contundente sobre cómo fracasa G20, Sameh Shukri, ministro egipcio de Exteriores y próximo presidente de la Cumbre de la ONU del Clima COP27, resaltó la responsabilidad que tienen las potencias en la lucha climática y que la postura de muchas de ellas era «inaceptable».
«Los grandes emisores necesitan absolutamente mirar a estos países vulnerables al clima a los ojos y decir que están haciendo absolutamente todo lo posible para cumplir con los compromisos que han asumido».
Sameh Shukri, ministro egipcio de Exteriores y próximo presidente de la Cumbre de la ONU del Clima COP27.
Fracasa G20 por…
Estos son algunos de los países y sus acciones que están demostrando que fracasa G20 en sus metas para lograr un futuro sostenible:
Canadá
En 2021, el gobierno de Justin Trudeau había afirmado que reduciría en un rango 40% al 45% sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 en comparación con su nivel de 2005. Sin embargo, recientemente, el ministro de Medio Ambiente, Steven Guilbeault, aseveró que las reducciones podrían requerir más tiempo del planeado y que se le daría oportunidad a los productores de hidrocarburos de tener un plazo más largo para que aminoren sus emisiones.
Estados Unidos
Este país fue uno de los que más influyó en el Acuerdo de París, en el que prometió reducir «sus emisiones entre un 26% y un 28% en relación con los niveles de 1990 para el año 2025», pero su camino hacia esta meta ha sido complejo, con la salida del tratado en 2017 y las estrategias energéticas de su actual presidente, parece no tener un rumbo claro lo que demuestra cómo fracasa G20.
Francia
El año pasado en una resolución histórica, el tribunal administrativo de París emitió una condena al Estado francés por incumplir con sus compromisos climáticos, luego que cuatro ONGs denunciarán que había «sobrepasado sus propios límites fijados de emisión de gases de efecto invernadero en sus presupuestos de carbono», lo que expuso la falta de compromiso de esta nación. Además se ha reportado que no ha hecho lo suficiente en cuestión de energías renovables.
Reino Unido
Y aunque su ex primer ministro Boris Johnson era el principal acusado de que Reino Unido estuviera incumpliendo con sus metas climáticas de «reducir las emisiones nocivas de carbono en un 68% para 2030 y un 78% en 2035, a fin de conseguir un «cero neto» en 2050″, lo cierto es que la nación se ha retrasado en ampliar sus políticas para llegar a esto.
China
La República estableció como objetivo climático el ser carbono neutral para 2060, si bien la gran mayoría de sus industrias dependen de combustibles fósiles, por lo que la falta de claridad entre sus actividades y los resultados hacen que se encuentren lejos de aminorar su emisiones.
Brasil
La nación sudamericana incrementó en 2021 sus propósitos climáticos al asegurar que buscaría un reducir en 50% sus emisiones para 2030, 7% más de lo que se había propuesto, y lograr la neutralidad de carbono en 2050, para esto duplicaría el dinero reservado para la protección del medio ambiente y los esfuerzos contra la tala ilegal. Pese a lo anterior, las autoridades recortaron el presupuesto ambiental.
México
Desde la no asistencia del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Gaslow, el apoyo a la industria de combustible y fuentes de energía fósil, hasta el poco impulso para el sector de las energías renovables, nuestro país ha dejado en claro que está muy lejos, intencionalmente, de reducir su contaminación.
Aunque estos son los ejemplos más claros, hay algo en lo que los demás integrantes del G20 —entre los que están Alemania, Italia, Japón y Rusia, la Unión Europea, Arabia Saudí, Argentina, Australia, China, Corea del Sur, India, Indonesia, Sudáfrica y Turquía— han incumplido y es en la financiación y ayuda para que las naciones menos favorecidas pueden hacer frente a la crisis climática y transitar hacia esquemas más ecológicos, según lo denunció el ministro de Exteriores egipcio.
Por último, cabe señalar que el G20 es el causante del 80% de las emisiones contaminantes del planeta, por lo que esté frenando el cumplir con la reducción de estas pone en riesgo no solo los acuerdos, sino la seguridad ambiental de las generaciones futuras y de muchas naciones menos favorecidas en las que los efectos del cambio climático son devastadores.