Para la organización ambientalista Greenpeace la cumbre de Cancún es una oportunidad para que los gobiernos del mundo establezcan los cimientos del régimen climático post 2012 y así evitar el círculo vicioso «de que nada se acuerda hasta que todo se acuerde», lo cual paralizó la cumbre del clima en Copenhague en 2009.
«Estamos literalmente con el agua hasta el cuello y los ciudadanos no podemos darnos el lujo de permitir que los políticos sigan estirando los tiempos para darle al mundo un tratado que recorte las emisiones globales de gases efecto invernadero. No hay tiempo que perder, si queremos evitar peores impactos del cambio climático respecto a los que hemos vivido durante 2010, las emisiones globales deben alcanzar su pico en 2015, para llevarlas lo más cercano a cero para mediados de siglo», aseguró Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña de clima y energía de Greenpeace.
En Cancún se trata de elegir: los gobiernos deben optar entre enfrentar más climas extremos o adoptar una serie de reglas y acciones que pongan al mundo en el sendero de una sociedad baja en carbono, segura, limpia y renovable.
«Es claro que la mayoría de los países desarrollados prefieren dar prioridad a los intereses de las grandes compañías petroleras y de carbón, antes que defender los intereses comunes de la gente. Lamentablemente esta lógica se repite en países como el nuestro, donde la política energética de los próximos 14 años sigue anclada a la extracción y uso de combustibles fósiles, lo que nos llevará a acelerar el cambio climático», añadió Ampugnani.
Organizaciones de la sociedad civil como Greenpeace, Oxfam y Heinrich Böll Stiftung advirtieron que la COP-16 debe ser exitosa y exigir a los tomadores de decisiones verdaderos acuerdos que combatan el calentamiento global.
«Quedarse en discursos sería un fracaso y un enorme riesgo para el planeta; el fracaso no es una opción ya que condenaría al planeta, sus ecosistemas y sus habitantes a un cambio climático catastrófico», coincidieron los representantes de estas organizaciones, quienes aseguraron que las autoridades deben comprometerse a acabar con la deforestación, a promover energías y formas de transporte limpias, así como asignar recursos para mitigar y adaptarse al cambio climático.
Fuente: El Financiero, Informe especial, p. 34.
Reportero: Miriam de Regil.
Publicada: 26 de Noviembre de 2010