Presidir la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP) abrió para México reconocimiento internacional, pero ese impulso no se reflejó en su agenda doméstica señaló Jorge Villarreal, Coordinador de Programas de la Fundación Heinrich Böll Stiftung.
«Priorizar un trabajo diplomático internacional tuvo como principal costo el abandonar su política climática interna», dijo.
El integrante de la fundación alemana que apoya en México procesos de democratización, en temas de género y medio ambiente, expuso que aunque la presidencia de la COP favoreció una coyuntura nacional, no impulsó avances significativos nacionales.
Sin negar que hay avances que con las comunicaciones nacionales, el especialista observa que México llega al 2012 sin un marco legal que ofrezca continuidad nacional hacia una política de bajo carbono con una Ley de Cambio Climático.
«Tampoco contamos con Estrategias Nacionales Climáticas (para una transición energética, una política forestal sustentable, y para la reducción de vulnerabilidades frente a las amenazas) que vayan más allá del fortalecimiento de capacidades», dijo.
Una de las evidencias de esta falta de atención al interior del país fue que el gobierno federal recortó 60 por ciento del Programa Especial de Cambio Climático y en el Programa de Mitigación y Adaptación del 2011 al 2012.
Diversos sectores como el campesino, demandaron más apoyo al sector durante todas las reuniones con el gobierno mexicano en la coyuntura de la COP, expuso, pero hasta el momento, no hay señales de estar desarrollando estrategias para el sector campesino frente al cambio climático, hoy fuertemente afectado por las sequías en el norte e inundaciones en el sur.
«Si un arduo trabajo internacional de dos años en cambio climático no impacta directamente en mejorar sustancialmente las herramientas y mecanismos de política de un país, ¿cuál es sentido de haber invertido tanto tiempo, recurso y esfuerzo en un proceso que luce lento frente a las necesidades que el tema requiere?», cuestionó.
Aunque Villarreal reconoció el éxito de las negociaciones en la COP16, esa tendencia no permeó en la creación de políticas públicas, por lo que llamó a empatar las agendas nacional e internacional, frente al grave problema del calentamiento global.
Por su parte, Sandra Guzmán, coordinadora del Programa Aire y Energía de Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), coincidió en que la agenda nacional ha sido retrasada y si México realmente quiere hospedar el Fondo Verde, como ha manifestado el secretario de Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira, tiene que comenzar por sanear sus políticas financieras nacionales.
Además, subrayó, México tiene un reto grande de cara al año 2012, pues requiere mostrar al mundo congruencia.
Fuente: Reforma, Naciona, p. 10.
Por: Adriana Alatorre.
Publicada: 11 de diciembre de 2011.
