La mala administración de recursos en la Trump Foundation fue detectada desde hace tiempo, incluso, algunas investigaciones señalan que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utilizó recursos de su fundación para adquirir una pintura y también para diluir demandas que el magnate tenía en su contra.
Es así que ahora, el presidente del país vecino, aceptó cerrar su fundación de caridad acusada de «persistente conducta ilegal», según la fiscal general de Nueva York, Barbara Underwood.
Underwood indicó por medio de un comunicado que la fundación será disuelta y sus activos serán distribuidos entre otras obras de caridad.
«Es una importante victoria para el imperio de la ley, dejando en claro de que las normas son iguales para todos».
Barbara Underwood acusa a la Fundación Trump de ser un «escandaloso modelo de ilegalidad, incluyendo una coordinación ilegal con la campaña presidencial de Trump, reiterada y deliberada auto-gestión y mucho más».
«Esto es lo mismo que decir que la Fundación Trump funcionaba como un talonario de cheques al servicio de los intereses económicos y políticos del Sr. Trump».
Underwood inició un proceso legal contra la Fundación Trump en junio, acusándola de «persistente conducta ilegal». Además propició la investigación en 2016, cuando el diario The Washington Post informó que parte de los gastos de la fundación beneficiaron al, en ese entonces, candidato presidencial.
La demanda, que seguirá adelante a pesar de la decisión de disolver la entidad, reclama millones de dólares de indemnizaciones y multas, en tanto busca prohibir a Trump, a sus hijos Eric y Don Jr., y a su hija Ivanka, formar parte de consejos de otras organizaciones benéficas de Nueva York.
Schneiderman ordenó a la fundación que dejara de recaudar fondos en Nueva York.
Cabe mencionar que Trump prometió desde hace tiempo disolver la fundación y donar sus fondos restantes a obras de bien público, pero sus abogados dijeron que se los impidió la procuraduría, que quería el poder de supervisar el proceso.
Trump prometió desde hace tiempo disolver la fundación y donar sus fondos restantes a obras de bien público, pero hasta ahora lo realizó.
Ellos querían cerrar la fundación en sus propios términos. Sin embargo, Underwood explicó en su cuenta en Twitter que finalmente se pactaron las condiciones para la disolución y precisó que sus activos “solo podrán ser distribuidos” a organizaciones “respetables” aprobadas por su oficina.
Underwood asumió el cargo en mayo, cuando Schneiderman renunció ante denuncias de haber cometido abusos físicos contra mujeres.
La demanda acusa a Trump de utilizar ilegalmente los fondos de la fundación para resolver disputas que implicaban a su imperio empresario y mejorar sus posibilidades durante la campaña presidencial, incluso al dar grandes subsidios con dinero ajeno a organizaciones de veteranos de guerra.
Abogados de la fundación argumentan que se trata de infracciones menores. No respondieron de inmediato a los pedidos de declaraciones sobre el acuerdo.
La fiscal del Estado de Nueva York, del Partido Demócrata, inició hace seis meses una acción legal en la que instaba al presidente y a sus tres hijos mayores a que disolvieran la organización caritativa.
En la demanda les acusó de haber utilizado la fundación como una hucha para los negocios que controla la familia, cubrir costes legales y financiar la campaña electoral de 2016, que terminó colocando a Trump en la Casa Blanca.
“Violaron de una manera extensa y persistente las leyes”, afirmó la fiscal, que explicó cómo los gestores de la campaña de Trump dictaban los tiempos, las cantidades y los receptores de los fondos que recaudaban con fines benéficos. Así mismo, utilizó su nombre para promover la campaña.
La fundación fue creada en 1988 para gestionar su faceta filantrópica, pero durante la campaña electoral surgieron diversas informaciones que revelaron que estos recursos fueron utilizados personalmente por el Presidente.
De acuerdo con El País, de todas las investigaciones en curso la principal es la denominada trama rusa, que busca esclarecer si el republicano o su equipo se coordinaron con la injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales de 2016. El equipo del fiscal especial a cargo, Robert Mueller, ya ha acusado a 33 individuos, cinco de ellos exasesores del presidente, y a tres empresas.