El hambre suele producir
poemas inmortales.
La abundancia, únicamente
indigestiones y torpezas.
Hipólito Taine
Por Emilio Guerra Díaz
La cruzada nacional contra el Hambre a la que ha convocado el Presidente Enrique Peña Nieto ha sido muy cuestionada por diversos actores, algunas veces con justa razón (basada en el escepticismo porque la gran dimensión del problema parece no tener solución) o en otras ocasiones con cizañosa actitud (basada en el “nada se puede hacer” y negativas por ser una iniciativa gubernamental de un partido distinto al que se milita o simpatiza).
Sin embargo, desde el punto de vista humanitario la cruzada nacional contra el hambre bien se puede apoyar desde muy diversas formas, desde los círculos de influencia más cercanos que están bajo nuestro control o hasta los más lejanos que no dependen de nosotros: No desperdiciar comida, consumir solamente lo necesario, compartir alimentos, destinar donativos a organizaciones que tienen un expertis ya de varios años en el manejo de bancos de alimentos, sumarse como voluntarios en comedores, apoyar centros de acopio y distribución y por qué no apoyar la iniciativa gubernamental.
La cruzada contra el hambre tiene en las organizaciones civiles de carácter filantrópico a un gran aliado tanto por su labor discreta y constante, como también por el volumen de población que atiende y los servicios que brindan. Vienen a la memoria el ejemplar esfuerzo de Ricardo Bon Echeverría al impulsar en nuestro país los bancos de alimentos, que en la actualidad cuenta con toda una red a la que se han sumado desde amas de casa y padres de familia, escuelas, líderes sociales hasta iglesias que alientan el modelo para recuperar y llevar alimentos a personas de escasos recursos o grupos excluidos.
Bien vale la pena señalar que este modelo ha sido muy éxitoso en el ámbito urbano. El gran reto es atender las zonas rurales de mayor marginalidad porque no se trata de acopiar y llevar alimentos, sino crear las condiciones para que en sus lugares se generen los alimentos que la comunidad necesita.
Es de destacarse también la red que ha creado Un Kilo de Ayuda y el apoyo de la Fundación Solo por Ayudar creada por Lolita Ayala que movilizan diversos donativos para apoyar el combate al hambre. Vale la pena señalar que tanto los bancos de alimentos, pese a que existan muchos de inspiración religiosa, como estos dos últimos casos que referimos, realizan su labor sin fines de lucro y sobre todo sin objetivos partidistas o religiosos. Les mueve el humanitarismo y el deseo de que todos los mexicanos tengan satisfechas todas sus necesidades con dignidad.
El tema de la alimentación tiene al menos los siguientes componentes que atender y se inspira en que una comunidad asegure contar con alimentos de calidad y en suficiencia:
a) Asegurar la disponibilidad de alimentos. Durante el gobierno de Felipe Calderón vivimos la mayor crisis de abasto tanto de maíz como frijol. Las importaciones subieron desproporcionalmente. Asimismo vivimos la gripe aviar que incrementó el precio del pollo y del huevo y que hoy en Guanajuato se ha dado otra voz de alarma; la escasez de maíz subió el precio de la tortilla. El gobierno trató de justificarse señalando que el cambio climático se manifestaba ya en la crisis del campo. Parcialmente esto es cierto porque se depende de la siembra de temporal, pero también hacen falta semillas y abonos naturales, tractores y trilladoras, salarios adecuado para el trabajador agrícola, etc.
b) Desarrollar la infraestructura para la creación de alimentos. Allende donde no hay suelos adecuados para cultivos alimenticios, se pueden apoyar otras técnicas como huertos de cultivo de traspatio e hidroponía. Estas alternativas no soy muy populares en la visión “desde arriba” porque se estima que el beneficio solo es familiar y la producción limitada. También en infraestructura se pueden alentar un mayor número de comedores comunitarios donde los beneficiarios paguen su comida con trabajo al servicio del propio comedor.
c) Combatir la desnutrición y la obesidad. Tenemos muy malos hábitos alimenticios, un tanto por la disponibilidad de harinas, azúcares y grasas en nuestros alimentos. Pero también las condiciones sociales juegan un importante papel. El involucramiento de hombres y mujeres en el trabajo va en detrimento de la preparación de alimentos en casa. Hay pocas opciones fuera de la comida en la calle. La situación salarial provoca también el consumo de fritangas y todos los alimentos de nuestra “vitamina T” (tamales, tacos, tortas, tlacoyos, tlayudas, etc.)
d) Alentar proyectos productivos. Hay una gran creatividad para generar alimentos e involucrar a los actores a adquirir otras habilidades fuera de la actividad lucrativa. Como ejemplo de la economía no lucrativa en la producción de alimentos sobresale el proyecto de “Huevo de Granja” que impulsa la Fundación Produce Puebla, en varios municipios de la comunidad, donde so pretexto de la generación de alimentos, los niños reciben también educación financiera. Otros casos más son los productos Quali, que se basan en el trabajo comunitario de diversos productores de amaranto. La organización productora enlaza a otros engranes como el cuidado al agua, manejo adecuado de residuos, mejoras técnicas, etc. y genera oportunidades laborales y de generación de ingreso económico.
e) Fomentar una cultura y educación en torno a la alimentación. “México: país de gorditos” pero estrategias de combate a la obesidad no han considera a plenitud el aspecto psicológico y social de que el consumo exagerados de alimentos responde a que la ingesta representa un placer al alcance de muchos bolsillos donde otros satisfactores no le son accesibles. La comida representa una auto recompensa para la gente independientemente de la sana discusión sobre si con un ingreso bajo se pueden elaborar alimentos de bajo costo y un alto valor nutricional.
Así pues afortunadamente diversas fundaciones empresariales están trabajando también en el combate al hambre. El periódico Reforma presentó la semana pasada un trabajo donde se exponen los esfuerzos de diversas compañías como Nestlé, Kellogg, Unilever, La Costeña, Lala, La Moderna, Peñafiel, Pepsico, Hérdez, y cadenas de tiendas de autoservicio y sus fundaciones como Walmart y Sorinana, entre otras (Reforma, febrero 12) que cuentan con programas en la materia.
A nuestro juicio, uno de los mejores programas fundacionales que están alineados tanto a la empresa como a la necesidad y el bienestar de la comunidad es el programa de la Fundación Walmart que abarca los ámbitos que describimos líneas arriba pero todas las fundaciones empresariales del rubro de alimentos tienen un gran potencial para crear sus programas y una excelente práctica es la de restaurantes Toks porque incide en la cadena de valor respecto a la alimentación.
En la semana pasada también sobresalió la noticia de que las fundaciones Bill & Melisa Gates y Carlos Slim destinaron 25 millones de dólares para apoyar el mejoramiento de semillas de trigo y maíz. Inauguraron el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT).
Finalmente, a propósito de las críticas que se han establecido, por ejemplo contra el maíz transgénico, vale señalar que muchas organizaciones filoizquierdista son las grandes opositoras y es tanto el enredo ideológico y político en el que se mueven que en ocasiones la discusión se aleja del rigor científico que puede mostrar los posibles efectos negativos para el consumo humano de alimentos producto de la manipulación genética. Pero cuando veo lo aguerrido de sus protestas me cuestiono si aquellos activistas recuerdan con claridad la atinada sentencia de Carlos Marx que en El Capital señaló que las dos únicas fuentes de riqueza son el hombre y la naturaleza y que para aprovecharla mejor la humanidad cuenta con la ciencia como un aliado, incluso para producir alimentos, sustento de la Revolución Verde de la década de los setenta. La manipulación genética para producir alimentos es una discusión vigente pero no nos podemos cerrar a las posibilidades que nos ofrece el talento humano porque el Hombre “ha metido mano” para producir más desde hace varios cientos de años.
Desde el Consejo Directivo
El Presidente del Directorio exhortó a los miembros del Consejo Directivo a asistir a la presentación de “Voluntariado en organizaciones sin fines de lucro, Manual para una gestión eficaz”, que se presentará este miércoles en el auditorio de la Universidad YMCA a las 18:00 horas. Se trata de una útil herramienta que facilita por un lado la creación de un Programa de Voluntariado Institucional para organizaciones no solo filantrópicas, sino también es útil para universidades, iglesias, asociaciones vecinales, políticas y organizaciones informales.
Por otro lado, la publicación ayuda a aprovechar el portal haces falta para que las organizaciones coloquen sus ofertas de servicio voluntario. El Manual es publicado por el Centro Mexicano para la Filantropía bajo el auspicio de la Fundación ADO, que gracias a la visión de sus consejeros financiaron, de acuerdo a su programa de Voluntariado, dos publicaciones, ésta y una más que estará enfocada a ayudar el desarrollo de voluntariados corporativos y que estará listo en próximos meses.
Esta semana se llevará a cabo la Convención Nacional de la Cruz Roja Mexicana en Acapulco y como un dato de interés que sirve de preludio a este evento, su Presidente Nacional, Fernando Suinaga Cárdenas, compartió los resultados positivos que arrojó su pasada campaña de prevención de Accidentes. La Consejera responsable del área de desarrollo institucional compartió con los demás miembros del Directorio que del 12 de diciembre de 2012 al 6 de enero pasado, la benemérita institución se propuso a través de esa campaña reducir el número de accidentes en todo el país.
La Cruz Roja Mexicana disminuyó en 13 por ciento el índice de accidentes viales respecto al mismo periodo del año anterior. Ahora uno de los retos que enfrentarán en la Convención será mantener e incrementar la confianza del público para facilitar la recepción de donaciones y estarán recibiendo talleres para fortalecer esta vertiente. Realmente, dijo la consejera, la Cruz Roja merece todo el apoyo, pues es una de las instituciones más queridas y útil para salvaguardar la vida.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.