Por: Emilio Guerra Díaz
El periódico español El Mundo publicó un interesantísimo artículo de María Vázquez ,“El futuro de las fundaciones” (sept. 27), donde la autora señala : “La filantropía europea es un sector en auge y bastante parejo a las fundaciones americanas. Las cifras son próximas, con un número de fundaciones, 129,000 en Europa frente a las casi 105,000 en EE.UU. y gastos similares, en torno a 54,000 millones de euros. Sin embargo, cuando comparamos los activos acumulados o la generosidad de los particulares el panorama cambia. En Europa sólo dona un 44.3% de la población, en EE.UU. llegan hasta el 95.4% y los activos de las fundaciones americanas suman casi el doble de sus homólogas europeas, que se sitúan en torno a los 433,000 millones de euros”.
A veces nos parecemos tanto. Pero en ocasiones somos muy distintos. Lo anterior le sucede al mundo fundacional de México en comparación con España.
Cuando María Vázquez observa el comportamiento de España encuentra que: “Sobre un total de 25,000 millones de euros de donaciones de particulares en Europa, España sólo contribuye con 574 millones, un 2%” y dice que su nación va el último furgón del tren de la donación. No obstante en número de instituciones donantes España cuenta con un buen número de ellas.
¿Qué pasa en México respecto al número de fundaciones? Si reunimos en un rubro “fundaciones” pero incluimos en él a las fundaciones empresariales, familiares, comunitarias e independientes, tenemos un panorama desolador. Ni siquiera alcanzamos el millar.
Cierto es que cada vez el sector filantrópico en México cobra mayor relevancia y está creciendo. Sin embargo lo hace a una lenta velocidad, y a veces con sentido distorsionado. Por ejemplo, muchas empresas se están decidiendo a crear su propia fundación pero algunas de ellas insisten en querer complementar los recursos de inversión con donativos de sus clientes (público en general). Desde otra perspectiva, muchas personas deciden crear alguna organización filantrópica. Le bautizan con el nombre “fundación” pero crecen de su fundus y salen a pedir recursos de otros para a su vez donarlos. En realidad son organizaciones operativas.
Volviendo a las fundaciones, la gerencia de estas instituciones también resulta un factor de freno al desarrollo fundacional, porque se incorporan personas inexpertas. Sucede muy a menudo que los nuevos directivos son: egresados de una licenciatura o maestría con cero experiencia práctica en el sector social; no han sido siquiera donantes recurrentes, no han realizado voluntariado y en ocasiones no desean entrar al campo de acción y prefieren dar seguimiento a los proyectos que financian desde la comodidad del escritorio de la empresa.
En México se está dando el fenómeno de feminización de la gerencia de fundaciones empresariales con diversos matices, unos atinados, otros meramente para cubrir cuotas de género e incluso afectivas.
En España, de acuerdo a un estudio del Instituto de Análisis Estratégico de Fundaciones , hay 12,921 organizaciones filantrópicas formales. En México son alrededor de 8,500, si consideramos que son formales pero donatarias autorizadas (es decir, que pueden expedir recibos deducibles del Impuesto Sobre la Renta a favor de donante). Si se desea saber cuántas de esas organizaciones son fundaciones propiamente dichas, es decir, que donen dinero, no tenemos alrededor de 700. Nada más considere el lector que España tiene más de 46 millones 400 mil habitantes y México más de 121 millones 700 habitantes.
Pero México, a diferencia de España, carece de mecanismos colectivos promotores del sector para acelerar su expansión. Mientras que en aquella nación han celebrado la 3ª edición del Día Europeo de Fundaciones y Donantes (el 1° de octubre), nuestro país trabaja solo. Nuestro gobierno y políticos son ajenos al mundo fundacional y filantrópico e incluso muchos miembros de la clase política estiman a la sociedad civil una amenaza, otros un sector marginal y algunos más consideran que las organizaciones filantrópicas no deben intervenir en responsabilidades que le toda al estado atender. Cuando ven una fortaleza en la sociedad civil, los políticos quieren corporatizarlos a su partido.
En cambio, España cuenta con la Unión Europea y de alguna manera eso permite “jalar” a la proactividad a los filántropos ibéricos, situación que presiona a la sociedad para demandar más compromiso de inversión social. Recién sus legisladores han discutido y modificado la ley de Voluntariado. Cuentan con un régimen que si bien no ha sido modificado (Ley de Fundaciones de 1994), está en vísperas de revisión y adecuación.
España y México comparten, por lo que nos hace similares, los mismos retos que señala María Vázquez: requerimos fundaciones que generen sus propios recursos, que cuenten con un fondo patrimonial, que tengan viabilidad en el tiempo, que se sostengan y que su ayuda sea sistemática, perdurable y efectiva: “El tercer sector necesita la existencia de la filantropía estratégica. Y son las fundaciones dotadas de un endowment, estabilidad financiera, las que deben desarrollar esa filantropía enfocada en el cambio sistémico y en sentar las bases sólidas sobre las que construir el futuro de nuestra sociedad”.
Tanto para México como para España “disponer de un patrimonio fundacional importante es una fuente de riqueza social que nos permitirá avanzar y mejorar como sociedad. Su aportación al conjunto de la economía europea (y mexicana, en nuestro caso) es importante en términos económicos, crean riqueza y empleo, pero también atienden necesidades sociales actuales sin por ello olvidarse de velar por las futuras demandas sociales”.
Desde el Consejo Directivo
El presidente del Directorio señaló que el caso de la VW también tiene sus repercusiones en México, pues periodistas como Iván Restrepo, de La Jornada, ham cuestionado el otorgamiento del Distintivo Empresa Socialmente Responsable a este corporativo y algunas OSC han solicitado se le retire. Sin embargo es necesario, dijo el presidente del Directorio, irse despacio pues la VW y su sindicato tienen una importante alianza con la Fundación Comunitaria Puebla en donde por años ha resultado muy efectiva, pero para el eventual retiro del Distintivo se establece todo un procedimiento que demanda probatorios y se escucha la voz de la empresa afectada.
El director de la organización destacó que Shell a pesar de que había contado con el permiso de la administración de Obama, la semana pasada anunció que capitula explorar yacimientos de petróleo en el Ártico, lo que supone una victoria para Greenpeace.
La tesorera de la organización señaló que llama la atención que Jennifer López fue designada por la ONU como portavoz y defensora de niñas y jóvenes. Hace algunos años la portorriqueña había creado la Lopez Family Foundation, dedicada a atender a la niñez. No obstante, organizaciones pro derechos de los animales como PETA (Por un trato ético a los animales, por sus siglas en inglés), había denunciado que ella es una de las coleccionistas más intensas de pieles de animales. La tesorera se preguntó si López habría cambiado sus hábitos de consumo.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.