El G20 es una iniciativa que reúne a los países con las mayores economías del mundo. Los Estados miembros se reúnen anualmente para discutir iniciativas económicas, políticas y sociales. El grupo se define como el principal foro de cooperación económica internacional. Estas reuniones son uno de los eventos más importantes en cuanto a discusión y acuerdos para impulsar el mejoramiento económico y la conciencia medioambiental.
Sin embargo, desde los inicios de esta cumbre muchas contradicciones se han suscitado respecto a los acuerdos que llegan y su puesta en práctica, por ello activistas se reúnen cada año en los países sede para denunciar los actos de corrupción, desacato y violencia en contra de quienes visibilizan sus fallas.
El año pasado los miembros del G20 reafirmaron explícitamente el compromiso de “hacer una transición para abandonar los combustibles fósiles”. La frase fue el compromiso más importante que surgió de la cumbre climática Cop28 de la ONU en Dubai.
Las reuniones de este año en Brasil se consideran un paso importante para consolidar el progreso logrado el año pasado e impulsar al mundo a tomar medidas sobre el compromiso. Los ejes principales y que se prometió mantener para este año, son las emisiones de gases de efecto invernadero, el aumento de la temperatura y la necesidad de impulsar la energía renovable. Sin embargo, recientemente activistas han afirmado que algunas de las economías más grandes del mundo están dando la espalda a la promesa hecha, de acuerdo con un artículo un artículo The Guardian.
El periodico The Guardian recientemente dio a conocer documentos filtrados en donde aparece el primer borrador del comunicado del G20 sobre el clima. En éste puede leerse que los miembros han dejado el compromiso explícito del año pasado fuera de sus resoluciones.
La promesa de transición
La última versión del párrafo que está siendo discutido por el grupo TF-Clima, como se conoce al grupo de trabajo ministerial sobre el clima del G20, dice:
“Damos la bienvenida y suscribimos plenamente el resultado ambicioso y equilibrado de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en Dubai,… de perseguir y alentar esfuerzos para triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial y otras tecnologías de bajas y cero emisiones , incluidas tecnologías de reducción y eliminación, y duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética para 2030. Nos comprometemos a poner en práctica nuestras medidas a este respecto y a contribuir a los objetivos establecidos en el párrafo 28 de la decisión GST-1, de acuerdo con nuestras circunstancias nacionales».
Los activistas temen que la omisión podría dar lugar a un retroceso grave, y han pedido que se restablezca el compromiso ya que eliminar la promesa explícita del comunicado del G20 significaría un claro paso atrás. Las opiniones de los críticos del G20 se dividen cuando se habla de la práctica y no solo de las palabras, ya que algunos activistas siguen considerando débil la promesa de “transición”. Aun con la promesa pues no incluyen un cronograma y de hecho, algunos países productores de petróleo rechazaron abiertamente esta iniciativa.
La resistencia al cambio
Es de esperarse que la transición hacia energías limpias no sea un camino ni corto ni fácil. Muchos de los países pertenecientes al G20 no han sido claros con los resultados obtenidos.
A pesar de las promesas algunos estudios acusan a los miembros de las naciones más desarrolladas de seguir financiando la generación de combustibles fósiles a través de fondos públicos anuales, destinados a la generación de energía basada en petróleo, gas, carbón y combustibles fósiles. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los gobiernos de todo el mundo otorgan subsidios a la industria de los combustibles fósiles, los cuales ascienden a los 7 billones de dólares anuales.
Desde la cumbre de la COP, también ha habido señales de que Arabia Saudita, en particular, ha tratado de reinterpretar el compromiso simplemente como una opción entre muchas, en lugar de un imperativo.
De acuerdo con Stela Herschmann, especialista en política climática del Observatorio del Clima en Brasil, la resistencia de los países líderes en producción de petróleo de eliminar gradualmente los combustibles fósiles es evidente.
“Sin embargo, no hay posibilidad de limitar el calentamiento global a ese nivel sin abordar de frente la causa fundamental del problema. Los países deben poner esto en práctica ahora, y el G20 debe liderar este debate, no rehuirlo”
Stela Herschmann, especialista en política climática del Observatorio del Clima en Brasil.
Por su parte, Shreeshan Venkatesh, líder de políticas globales de la Red de Acción Climática, dijo:
“Es muy preocupante que los países del G20 no estén dispuestos a cumplir con sus responsabilidades de desinvertir rápidamente en combustibles fósiles dañinos y liderar esfuerzos para modificar nuestro sistema económico actual de una manera que desbloquee inversiones verdes que salvan vidas en el sur global y fomente una transición justa y equitativa”.
Los líderes de los países del G20 se reunirán los días 18 y 19 de noviembre, donde probablemente dominarán la geopolítica, incluidos los conflictos en Ucrania y Rusia, así como en Israel y Gaza. La conferencia se llevará a cabo al mismo tiempo que los países se reúnen en la capital de Azerbaiyán, Bakú, para la cumbre climática Cop29 del 11 al 22 de noviembre.
El presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, ha adoptado una postura firme sobre la justicia económica como tema importante de su presidencia del G20. Quiere un impuesto global del 2% sobre la riqueza de los multimillonarios, lo que recaudaría 250.000 millones de dólares (191.000 millones de libras esterlinas), y parte del dinero se destinaría a ayudar a los países pobres a hacer frente a los impactos del colapso climático.
Así es como pareciera que existen países que tienen clara la urgencia de atender el problema de las emisiones que causan el cambio climático, con todos los desastres que esto conlleva, sin embargo, es evidente que existen algunos otros que siguen resistiéndose a implementar acciones en favor del bien colectivo.
Para poder crear avances en temas medioambientales, además crear acuerdos conjuntos y oficializarse en las diferentes cumbres que se celebren respecto a este tema, es necesario que existan reportes y resultados compartidos de lo contrario son solo palabras.
