Un reciente estudio de CDP, organización sin fines de lucro dedicada a la divulgación de impactos ambientales, revela que las empresas más grandes del mundo están obteniendo beneficios financieros significativos al abordar el cambio climático. El informe, que incluye datos de más de 24,800 empresas que representan más del 66% del valor del mercado bursátil mundial, indica que las oportunidades económicas para las empresas que toman medidas climáticas alcanzan casi 5 billones de dólares. Esta cifra duplica los 2,1 billones identificados en 2018, lo que representa un aumento del 127% en seis años.
Asimismo, el análisis de CDP pone de manifiesto que, aunque las empresas reconocen las oportunidades económicas vinculadas a la acción climática, solo un 16% de ellas genera la mayor parte de sus ingresos a partir de productos sostenibles. Esto sugiere que existe un gran potencial por explotar en la transición hacia una economía más verde, especialmente para aquellas compañías dispuestas a adaptar sus modelos de negocio y capitalizar las oportunidades en mercados emergentes y resilientes al cambio climático.
Las regulaciones impulsan a las empresas a abordar el cambio climático
Uno de los factores clave que está obligando a las empresas a abordar el cambio climático son las regulaciones cada vez más estrictas. Según el informe de CDP, las empresas han identificado 1,3 billones de dólares en riesgos relacionados con el clima, con la regulación, los impactos en el mercado y los riesgos físicos como sus principales preocupaciones. Las normativas que exigen una mayor transparencia en los datos ambientales, como las impuestas por el estándar climático de la ISSB y la norma IFRS S2, están presionando a las empresas a implementar medidas para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
Estas regulaciones no solo buscan reducir las emisiones de carbono, sino que también están generando un cambio en el mercado. Las empresas que no adapten sus operaciones a estas normativas podrían enfrentar sanciones, pérdida de competitividad e incluso una disminución en la confianza de los inversores. Sin embargo, aquellas que se ajusten a las nuevas normativas no solo evitarán riesgos, sino que estarán mejor posicionadas para aprovechar las oportunidades de negocio vinculadas al crecimiento verde.
Innovación y resiliencia: la clave del crecimiento verde
Otro aspecto crucial del informe de CDP es que las oportunidades financieras están estrechamente vinculadas a la innovación. Las empresas que desarrollan productos y servicios sostenibles están accediendo a mercados emergentes y fortaleciendo su resiliencia ante los impactos del cambio climático. De acuerdo con los datos de CDP, cada empresa identificó en promedio 3,1 millones de dólares en oportunidades relacionadas con la adaptación de su portafolio de productos a nuevas exigencias de sostenibilidad.
Los sectores con mayores oportunidades incluyen energías renovables, tecnologías limpias y modelos de economía circular. La resiliencia climática también juega un papel clave: las empresas que invierten en infraestructura sostenible y modelos de negocio resilientes no solo se protegen contra los riesgos climáticos, sino que también están mejor posicionadas para atraer nuevos clientes y expandirse a mercados más sostenibles. Esta tendencia es especialmente notable en mercados emergentes, donde la demanda de soluciones sostenibles está en rápido crecimiento.
Un avance muy lento para lograr las metas climáticas…
Aunque las oportunidades financieras son inmensas, el estudio también pone de relieve los desafíos que enfrentan las empresas. Según el Net-Zero Tracker del MSCI Sustainability Institute, las principales corporaciones del mundo siguen una trayectoria que podría llevar a un aumento de 2.8°C en la temperatura global, muy por encima del límite de 1.5°C necesario para evitar los efectos más catastróficos del cambio climático. Esto revela que, a pesar de las oportunidades, el progreso empresarial en la descarbonización es aún lento y fragmentado.
Solo un 16% de las empresas que reportaron a CDP generan la mayor parte de sus ingresos a partir de productos de bajas emisiones de carbono. Además, el informe revela que las inversiones en transición climática (CapEx) constituyen solo el 25% de los gastos corporativos, lo que indica que todavía queda mucho por hacer para que las empresas alineen sus operaciones con los objetivos climáticos globales. A medida que aumentan las expectativas de los consumidores, los inversores y los reguladores, las empresas que no logren acelerar su transición hacia modelos de negocio sostenibles corren el riesgo de quedar rezagadas.
El papel de las pymes y la colaboración global
Un aspecto positivo destacado en el informe es la creciente participación de pequeñas y medianas empresas (pymes) en la acción climática. Más de 12 mil 500 pymes divulgaron datos a través del cuestionario específico de CDP para pequeñas empresas, lo que indica que la lucha contra el cambio climático no es exclusiva de las grandes corporaciones. La participación de las pymes es vital, ya que muchas de ellas forman parte de cadenas de suministro globales que juegan un papel crucial en la reducción de las emisiones a lo largo de los sectores industriales.
El apoyo a estas empresas y su acceso a información y recursos sobre cómo abordar el cambio climático es esencial para garantizar que puedan competir en los mercados globales y cumplir con las regulaciones ambientales. La colaboración entre pymes y grandes corporaciones también será clave para crear soluciones innovadoras que permitan mitigar los impactos del cambio climático de manera eficaz.
Oportunidades para las empresas dispuestas a abordar el cambio climático
El cambio climático presenta riesgos evidentes para las empresas, pero también ofrece una oportunidad de negocio sin precedentes para aquellas que estén dispuestas a abordar el cambio climático de manera proactiva. El informe de CDP, que identifica casi 5 billones de dólares en ganancias potenciales, deja claro que el futuro económico de muchas corporaciones está vinculado a su capacidad de adaptarse a una economía verde y sostenible. Sin embargo, aunque las oportunidades son enormes, los datos también subrayan la urgencia de actuar de manera más rápida y efectiva.
Para que estas oportunidades se materialicen, será necesario que las empresas no solo cumplan con las regulaciones, sino que también inviertan en innovación, resiliencia y sostenibilidad. A medida que el mercado demanda cada vez más soluciones sostenibles, las empresas que lideren el cambio estarán mejor posicionadas para beneficiarse de esta transición, mientras que aquellas que se rezaguen enfrentarán crecientes riesgos financieros y de reputación.