El principal reto en materia de seguridad energética para los próximos años es garantizar la sustentabilidad de las fuentes generadoras, sin dejar de lado la protección del medio ambiente.
Así lo aseguró la presidenta y directora general de Shell México, Marta Jara Otero, al participar con la conferencia “Seguridad Energética. Perspectivas Internacionales” en el marco de Foro Internacional Anáhuac II.
Detalló que las empresas petroleras como Shell tienen presente lo que ella denominó “las tres verdades difíciles” y que son: que la demanda global de energía va en aumento, el petróleo fácil no puede satisfacer la demanda creciente y el uso de energía implica una mayor cantidad de CO2.
El hecho, dijo, es que el petróleo fácil “ese que encontrabas en la superficie brotando casi solo” se ha terminado, pues ahora los grandes yacimientos se encuentran a grandes profundidades o en terrenos rocosos.
Ello no implica que ya no haya petróleo, aclaró, por el contrario existen reservas para muchos años más. Lo que está cambiando es el hecho de que ahora se tiene que trabajar más para extraerlo de lugares de más difícil acceso.
Ello va acompañado de que la demanda energética ha crecido de manera considerable en los últimos años y que el consumo de combustibles fósiles implica la emisión de 60 por ciento de los gases de efecto invernadero como el CO2.
Ante esta situación, la firma petrolera para la que trabaja ha enfocado sus esfuerzos en buscar soluciones equilibradas entre generar energía económica y accesible y a la vez bajo una responsabilidad ambiental.
Para ello destacó que una de las estrategias en las que se han basado y que les ha permitido tener claras esas metas es la generación de escenarios, que no son propiamente dicho premoniciones, pero sí estimaciones creíbles.
Un ejemplo de ellos son los dos escenarios que Shell estructuró desde 2008 denominados Scramble y Blueprint y que permiten dos vertientes, la primera desordenada e inercial, la cual mide posibles consecuencias, y la segunda ordenada, en la cual se aplican acciones que garanticen un futuro más controlado.
Jara Otero aseguró que crear estos escenarios es la mejor manera de calcular las posible consecuencias de las incertidumbres a que son sometidos los mercados petroleros, siendo pues una medida para garantizar la seguridad energética a futuro.
Coincidió con la apreciación de gobiernos e investigadores que otra medida de seguridad muy viable es la diversificación de las fuentes energéticas, a fin de no cargarle toda la atención a los recursos fósiles en los próximos años.
Aun así, dijo, prescindir del petróleo en gran medida no será posible en el corto plazo, dada la eficiencia que ha mostrado este recurso para la industrialización y los procesos productivos del mundo.
El reto para hacerle frente a la deficiencia energética, dijo, es seguir trabajando para alcanzar esta diversidad que permita su generación a la par del crecimiento de la demanda en los próximos años.
Fuente: Uniradioinforma.com
Publicada: 4 de marzo de 2012.