La moda rápida es un problema creciente para la generación sustentable. Muchas compañías de moda rápida, como Shein, Princess Polly y H&M, están inundando las páginas de TikTok de la mayoría de las chicas universitarias con anuncios y códigos de descuento para tentarlas a adquirir las últimas tendencias.
Y aunque la Generación Z ha sido llamada la «generación de la sostenibilidad» y afirma que esta es importante en sus decisiones de compra, la realidad es que esta generación aún se inclina por comprar marcas de moda rápida.
Ante ello, es necesario que las empresas de moda rápida reconozcan el impacto ambiental y social que tienen sus prácticas comerciales. Por lo que deben trabajar para educar a sus consumidores sobre la sostenibilidad. Además, los consumidores tienen un papel importante que desempeñar en la lucha contra la moda rápida, ya que pueden comprar menos ropa y elegir prendas de alta calidad y duraderas que sean más sostenibles.
¿Una generación sustentable?
Según un estudio reciente, los compradores de la Generación Z exigen un comercio minorista sostenible. La mayoría de los compradores de la Generación Z prefieren comprar marcas sostenibles y están dispuestos a gastar un 10 % más en productos sostenibles. ¿Por qué? Porque las tres cuartas partes de los consumidores de la Generación Z afirman que la sostenibilidad es más importante para ellos que las marcas.
No obstante, su adicción a la moda rápida es un hábito que no han podido enfrentar del todo, lo alarmante al respecto es que el fast fashion tiene un verdadero impacto negativo en el medio ambiente y en las condiciones laborales en todo el mundo. Y, es esencial que la moda sostenible tenga una presencia más fuerte en el mercado para convertir a la Generación Z en una generación sustentable.
Sin embargo, según Fast Company, alrededor de dos tercios de los líderes empresariales han admitido estar haciendo greenwashing, lo que significa que exageran o hacen afirmaciones engañosas sobre su compromiso con la sostenibilidad. Esta falta de transparencia hace que sea difícil para los consumidores saber qué empresas están realmente haciendo un esfuerzo por ser sostenibles y cuáles no. Por lo tanto, las compañías deben ser más transparentes sobre sus prácticas y compromisos para que los consumidores puedan tomar decisiones más informadas y responsables.
En este contexto, es alentador ver que algunas marcas de moda rápida están haciendo un esfuerzo por ser más sostenibles. Princess Polly, por ejemplo, está trabajando para que el 60% de su gama sea sostenible para 2025 y ya está utilizando materiales sostenibles en algunos de sus productos. Si bien esto es un paso en la dirección correcta, es importante que las empresas de moda rápida hagan un esfuerzo más fuerte para reducir su impacto ambiental y mejorar las condiciones laborales en toda su cadena de suministro.
Además, deben ser transparentes y honestas para evitar perder la confianza de los consumidores pertenecientes a la generación sustentable. En el caso de la moda rápida, una de las industrias más derrochadoras y contaminantes del mundo, es esencial que las grandes corporaciones tomen medidas significativas para reducir su impacto ambiental.
Las empresas deben comprender a la Gen Z
Es fundamental que las empresas de moda comprendan que los consumidores de la Generación Z buscan marcas sostenibles y éticas, y están dispuestos a pagar más por ello. Por lo que también es necesario fomentar una cultura de consumo responsable para influir en las decisiones de compra y presionar a las grandes corporaciones de moda para que adopten prácticas más sostenibles.
Otro factor importante para generar un impacto sostenible dentro de las organizaciones es utilizar el presupuesto para mejorar las condiciones de trabajo de sus empleados y reducir el impacto ambiental. Es decir, en lugar de producir grandes cantidades de prendas que no se venden, se debería invertir en tecnología sostenible para teñir las telas. Lo que mejoraría la calidad de los productos y los haría amigables con el medio ambiente.
Asimismo, la Generación Z debe encontrar un equilibrio entre apoyar pequeños negocios y buscar marcas sostenibles y éticas antes de comprar ropa. Puesto que una cultura de consumo responsable contribuiría a que las grandes corporaciones de la moda se adapten a las demandas del mercado y se den cuenta de que sus prácticas actuales no son sostenibles a largo plazo.
¿Cómo las empresas de moda pueden hacer cambios?
Con la implementación de procesos de producción más eficientes y éticos, la reducción de los residuos de tela y la implementación de prácticas de reciclaje, las compañías pueden llegar a la «generación sostenible». Y, es claro que tienen la oportunidad de transformar la mentalidad de la sociedad y crear una cultura en la que la sostenibilidad sea un valor clave.
Esto último debido a que la producción rápida e inmoral de ropa va en contra de los valores que muchas personas buscan en las marcas de moda. Para lograr una transición hacia la sostenibilidad, es importante que las marcas simplifiquen sus colecciones, trabajen con materiales y tintes específicos, y sean transparentes con sus prácticas.
Además, es crucial que trabajen con organizaciones externas que promuevan la sostenibilidad y les brinden orientación y recursos para implementar mejores prácticas. La publicidad también juega un papel importante, por lo que deben asegurarse de que sus anuncios no promuevan prácticas insostenibles.
El fast fashion preocupa a la generación sostenible
El «fast fashion» es una de las mayores preocupaciones de la industria de la moda, ya que la producción rápida e inmoral de ropa no va de la mano con el concepto de «sostenibilidad». Es esencial que la industria de la moda sea más responsable con el medio ambiente y con las personas que trabajan en ella para asegurar la sostenibilidad.
Considerando que el marketing es responsable parcial de los problemas que trae consigo la moda rápida, la agencia de publicidad NinetyEight, que se ha especializado en la orientación de la Generación Z, por ejemplo, ha logrado atraer a las marcas de moda y ayudarles a llegar a la audiencia correcta. Puesto que, aunque muchos miembros de esta generación no tienen los medios para comprar completamente de manera sostenible, todavía hay maneras de implementar la moda de manera efectiva.
Sin duda, las marcas pueden hacer cambios para marcar la diferencia y promover la sostenibilidad, para impactar en sus comunidades de nicho con el fin de construir una estética alrededor de la moda sostenible. Por ello, las marcas de moda rápida deben comprender que no todos tienen los medios para comprar completamente de manera sostenible y que la Generación Z todavía quiere trabajar con lo que tiene e implementar la sostenibilidad de otras maneras.
