General Motors (GM), el mayor fabricante estadounidense de automóviles, instó el miércoles a Estados Unidos a tomar más medidas para enfrentar el cambio climático, señalando que las consideraciones medioambientales son críticas para el negocio.
GM se convirtió así en el primer fabricante de automóviles en 40 empresas estadounidenses en unirse a un llamado a los responsables de políticas en Washington para liderar una «coordinación de esfuerzos» contra el cambio climático, tras el fracaso de las propuestas legislativas.
«Queremos ser un agente de cambio en la industria automotriz», dijo en un comunicado Mike Robinson, vicepresidente de GM para sostenibilidad y asuntos regulatorios globales.
GM es el fabricante del Chevrolet Volt, el primer vehículo híbrido eléctrico enchufable en el mercado estadounidense, y ha establecido objetivos para toda la empresa que incluyen la reducción de la intensidad energética en un 20% durante la década de 2020.
La postura marca un cambio de tendencia. Los Tres Grandes de la industria automotriz de Detroit (GM, Ford y Chrysler) producían camiones y vehículos utilitarios de gran consumo de gasolina mientras sus competidores japoneses incursionaban en los automóviles ecológicos.
La denominada Declaración Climática, lanzada en abril, también incluye a importantes empresas, como el minorista en línea eBay, el gigante tecnológico Intel, la cadena de cafeterías Starbucks y numerosos fabricantes líderes de ropa deportiva.
La declaración advierte que el cambio climático es una amenaza real y urge a actuar para que Estados Unidos pueda «seguir siendo una verdadera superpotencia en un mundo competitivo», sin incluir propuestas específicas.
El presidente Barack Obama se comprometió a nuevos esfuerzos de Estados Unidos, primera economía mundial, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero causantes de un aumento de las temperaturas del planeta y de los desastres naturales cada vez más frecuentes.
Los esfuerzos para instaurar restricciones nacionales a las emisiones han fracasado en el Congreso, donde los legisladores del opositor Partido Republicano cuestionan la base científica del cambio climático y aducen que tomar medidas al respecto sería demasiado costoso para el país.
Fuente: NTN24