LafargeHolcim y su filial Geocycle han creado una alianza internacional con la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), que ejecuta este proyecto por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), para reducir la basura marina.
Participan cuatro países en el proyecto global: México, Egipto, Filipinas y Marruecos. El principal objetivo es evitar que los residuos generados en tierra lleguen a los ecosistemas acuáticos. La alianza contribuye a lograr 4 de los 17 objetivos de desarrollo sustentable estipulados por la Organización de las Naciones Unidas.
En México, el proyecto se conoce como OLAS: Océano Limpio y se realiza en municipios del estado de Quintana Roo. El acuerdo promueve el marco regulatorio y las normas existentes para generar mayor conocimiento sobre cómo manejar residuos acorde a las leyes ambientales mexicanas.
Un estudio de la Universidad de California estima que cerca de 8 millones de toneladas de plásticos acaban en los mares cada año. A ese ritmo, en seis años los océanos tendrán una tonelada de plástico por cada tres toneladas de peces. En un escenario catastrófico, la Fundación Ellen MacArthur asegura que habrá más plástico que peces en el océano para el año 2050.
OLAS se construyó con una visión integral sobre tres pilares: 1) crear conocimiento, conciencia, y cultura sobre la problemática; 2) favorecer la jerarquía para el manejo de residuos, privilegiando la prevención y promoviendo el reuso, reciclaje y recuperación de residuos de plástico, por medio de tecnologías como el coprocesamiento; 3) promover la implementación de un modelo de economía circular donde se mantenga el valor del plástico, reincorporándolo a otros procesos productivos.
Las fuentes principales de contaminación marina son tiraderos clandestinos cerca de ríos y otros cuerpos de agua; fugas durante el transporte o sitios de disposición final no controlados, así como el depósito de basura en playas y zonas costeras. A través de campañas locales, OLAS busca mitigar este problema que afecta la salud marina y humana de la región.
El rol de la GIZ México en el proyecto es dar acompañamiento técnico regional en sitio. Usará sus redes locales con las autoridades de Quintana Roo y organismos de la sociedad civil para alcanzar el cumplimiento de las metas acordadas. Según Dennis Quennet, director de los Programas de Desarrollo Urbana e Industria Sustentable de la GIZ en México:
“La participación de empresas, académicos, investigadores y organizaciones civiles en toda la cadena de residuos fue instrumental para diseñar el plan de trabajo OLAS 2018-2020. Estamos entusiasmados con los acuerdos logrados para disminuir la llegada de plásticos a las playas de Quintana Roo”.
Asimismo, Geocycle contribuirá con el coprocesamiento de residuos plásticos que no son reciclables en tierra para evitar que lleguen al océano. Sven Ritschard, director general de Geocycle México, dice:
“En 2018, gestionamos 411 mil toneladas de residuos provenientes de diferentes industrias. Seguiremos en este camino para contribuir con nuestra parte en el proyecto OLAS. Uno de los objetivos consiste en mejorar la gestión integral de los residuos plásticos en tierra como parte de la economía circular. Con el coprocesamiento podemos integrar esos materiales a las cadenas productivas en vez de que acaben en las costas de la región”.
Comunicado de Prensa