Gerardo Albarrán, portavoz de MVS: «El ombudsman regula la ética periodística, no la empresarial»
El 16 de mayo pasado, tras resolverse el conflicto entre la periodista Carmen Aristegui y los intereses de los directivos de MVS Radio, Gerardo Albarrán fue presentado como el defensor de la audiencia de la empresa perteneciente a la familia Vargas; se trata de una figura que marca un precedente en la radio privada de México.
A casi dos meses de haber sido nombrado ombudsman de MVS, el periodista Gerardo Albarrán llega a una cafetería de moda de la colonia Del Valle a la que considera casi su oficina. Después de ordenar su humeante bebida, toma asiento en la mesa junto al ventanal; se encuentra dispuesto a charlar sobre la designación de este reciente cargo que le demandará aten- der las dudas y las preocupaciones de los radioescuchas de las tres emisiones noticiosas del 102.5 de Frecuencia Modulada (FM) durante un periodo de dos años.
-La gran diferencia es que esta vez la figura del ombudsman se da en una estación radiofónica privada. Al no existir precedentes de esta naturaleza en los medios electrónicos mexicanos implica un reto mayúsculo porque, en este caso, la gente que trabaja en Noticias MVS, es decir sus directivos y periodistas, aún no sabe bien a bien cómo reaccionar ante una figura deontológica como ésta, pues cabe recordar que la radio y la televisión en México han estado sometidas tradicionalmente al poder político y a los intereses económicos extra periodísticos de los dueños de los medios quienes, con demasiada frecuencia, se alejan del cumplimiento de su responsabilidad social.
Albarrán expone que las concesiones de radio han sido vistas como moneda de cambio a lo largo de la historia, situación que explica el panorama al que tuvo que enfrentarse MVS al crear la figura del defensor de la audiencia:
-El poder político utiliza las licitaciones como medida de presión para someter a los medios, mientras que los empresarios, con tal de conservar tanto sus negocios como los beneficios económicos, políticos y de influencias, mercan los títulos que les otorga el Estado en una conveniencia habitual. Es preciso resaltar la voluntad del presidente de MVS Radio, Alejandro Vargas, para asentar este cargo después de la negociación del regreso de Carmen Aristegui a la primera emisión de Noticias MVS, pues quien impuso la condición de que hubiera un ombudsman de las audiencias al regreso de la periodista fue él, no ella, como equivocadamente piensa mucha gente.
El también director de la revista electrónica Sala de Prensa narra la manera en que lo contactaron:
-El impulso que Vargas le dio a esta figura deontológica fue fundamental; primero me solicitaron que les desarrollara el proyecto de una oficina de defensoría de la audiencia y estuve revi- sando con él punto por punto los documentos que realicé, y entonces me pidieron que fuera yo el ombudsman, cargo que acepté porque conozco la plataforma que estructuré a la perfección, sé lo que significa, qué implica y sé que tengo empeñado su compromiso, así que al final sólo dependerá de mi capacidad (y no de ningún factor externo) para que esta experiencia sea benéfica dentro de la sociedad.
-¿Qué criterios utiliza para atender los llamados y correos de los radioescuchas?
-Tenemos un código de ética que está en evolución; es un documento que Carmen Aristegui trajo a MVS y que es parte de su contrato personalísimo en que, hasta antes de este affaire, no obligaba a nadie más que a ella a cumplirlo. Cuando entré como ombudsman retomé las normas plasmadas allí. Es una base sobre la cual diseñaremos un código ético mucho más desarrollado conforme se vayan presentan- do nuevos dilemas; también me he apoyado en textos mundialmente acep- tados sobre el tema, como el de la UNESCO, y en mi propia experiencia periodística. Por ahora nos encontramos en la construcción de un círculo virtuoso en el que todos ganan: la empresa marca un precedente ético para el resto de los medios electrónicos e impresos del país, a la vez que encarece, para el poder político y económico, la intención de ejercer cualquier tipo de presión, pues ahora se sabe que al interior existe una voz absolutamente independiente que denunciará públicamente toda situación anómala que encuentre, proceso que blinda la credibilidad del medio, aunque aclaro: la figura del ombudsman regula la ética periodística, no la ética empresarial. Por otra parte, el quehacer del defensor contribuye a la realización de un trabajo periodístico más libre, consciente y responsable frente a la audiencia; como periodistas lo único que tenemos es nuestra credibilidad, por ello debemos ser lo más éticos posibles; sin embargo, no estamos exentos de errores.
-¿Qué pasa con la regulación de los demás contenidos televisivos y radiales de MVS?
-No me meto con otras estaciones. Sólo MVS Radio es demasiado grande. No habría capacidad humana en una sola persona para que cubriera todas las emisiones.
-¿Nadie monitorea, por ejemplo, la señal La Mejor o Exa?
-Mi función como ombudsman es de Noticias MVS 102.5 FM, esencialmente de las tres emisiones informativas: las de Carmen Aristegui, de Luis Cárdenas y de Ezra Shabot. Si la audiencia me presentara un caso sólido ocurrido en cualquier revista informativa transmitida por dicha estación, entonces consideraré el caso, como cuando en mi espacio -El defensor de la audiencia, que se transmite cada viernes a las 22 horas- hablé de Las del estribo, con Fernanda Tapia, un programa satírico de política con el que teóricamente no debería meterme, pero sí cabe exigirle responsabilidad social. En algunos países hay defensores que cubren toda la programación, particularmente en Colombia atienden quejas sobre telenovelas y no es que sean menos graves y no lo ameriten, pero me parece que son cuestiones distintas: el entretenimiento no es una herramienta de construcción de ciudadanía, participación y democracia; la información, sí.
Fuente: El Financiero, Cultura, p. 33.
Por: Viridiana Villegas Hernández.
Publicada: 12 de julio de 2011.