Esta columna es patrocinada por Cuauhtémoc Moctezuma
El agua es un recurso natural que se encuentra cada día más limitado gracias a su uso poco eficiente e indiscriminado, el ciclo hidrológico natural se encarga de transportarlo ininterrumpidamente a lo largo y ancho del planeta a través de su almacenamiento terrestre, su evaporación y las intensas lluvias, pero la actividad del hombre ha interrumpido el proceso en sus distintas etapas afectando el flujo adecuado del vital líquido.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el 2025, dos terceras partes de la población mundial podrían sufrir la escasez de este recurso. Actualmente, la falta de acceso de agua potable afecta ya al 40% de la población.
La sobre explotación de este recurso se ha elevado considerablemente en los últimos años, el 70% se destina a la agricultura, el 22 % a la industria y sólo 8% del agua que se utiliza, se emplea para fines domésticos. Debido a deficiencias estructurales el 50% de ésta se desperdicia en filtraciones evitables.
Es por ello que IBM, en el marco de su iniciativa Smarter Planet, busca idear formas más inteligentes para el aprovechamiento eficiente de agua con el objetivo de construir ciudades más inteligentes y sustentables, trabajando activamente en el cuidado del agua para garantizar la disponibilidad del agua.
En conjunto con The Nature Conservancy, la empresa ha creado herramientas digitales para la gestión de cuencas fluviales realizando simulaciones 3D de los posibles efectos del uso de agua en distintos ecosistemas, lo que facilita una gestión sustentable de los cuerpos acuíferos del planeta.
Así IBM abrió dos centros de excelencia en gestión de agua: Galway, Irlanda y el Centro Amsterdam.
El primero recoge datos en tiempo real sobre la calidad del líquido, su contenido químico, la fuerza del oleaje y la acuicultura; contribuyendo a la gestión del cultivo de moluscos y a las patrullas de vigilancia costera. Mientras tanto el centro de Amsterdam ayudará en el proyecto de control de inundaciones que planea echar a andar el gobierno holandés en 2015, en él se unirá el servicio público, el sector privado y las instituciones educativas para prevenir inundaciones en las tierras bajas.