De acuerdo con Business Green, estamos viviendo un momento crucial en la historia de nuestro planeta, en el que abordar el cambio climático requiere una profunda transformación de los sistemas económicos y políticos globales. Sin embargo, a pesar de las advertencias sobre los riesgos que esto plantea para la humanidad y la economía global, los gigantes financieros son acusados de practicar gaslighting.
El término gaslighting se refiere a una forma de manipulación psicológica en la que una persona busca hacer dudar a otra persona de su propia percepción de la realidad. En este contexto, la investigación denuncia que empresas e instituciones financieras de gran influencia continúan proporcionando financiamiento a la industria de combustibles fósiles, a pesar de los compromisos climáticos adquiridos y los riesgos ambientales y económicos que esto conlleva.
Inversores siguen en fósiles
El análisis realizado por Reclaim Finance y Beyond Fossil Fuels —dos organizaciones enfocadas temas ambientales y financieros relacionados con la industria de los combustibles fósiles y el cambio climático— afirma que desde 2019 los principales bancos e inversores han inyectado más de 500 mil millones de dólares en el sector del gas europeo.
Esto ocurre ocurre mientras el continente ha anunciado sus esfuerzos por acelerar su transición hacia fuentes de energía más sostenibles y alejarse de las fuentes de combustibles fósiles riesgosas, volátiles y costosas.
Desde la invasión rusa a Ucrania, la Unión Europea ha enfrentado importantes desafíos en el suministro de energía —ya que dependía enormemente del gas ruso—. Por ende, sus legisladores han estado acelerando las medidas para aumentar la capacidad de energía limpia, mientras continúan llamando a las empresas con operaciones en el país a impulsar el sistema eléctrico de Europa para alcanzar el cero neto para 2035.
Sin embargo, la noticia de que financieros son acusados de gaslighting, según revela el informe, se debe a que, a pesar de la urgencia de alejarse de la energía a gas, decenas de bancos e inversores líderes han proporcionado más de $ 314 mil millones al sector del gas desde 2019 hasta 2022, además de otros $ 200 mil millones desde noviembre del año pasado.
Entonces, si las instituciones financieras no restringen su apoyo a esta industria y, en cambio, continúan proporcionando miles de millones de dólares en financiamiento, esto podría aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa y en todo el mundo, lo que tendría graves consecuencias para el medio ambiente, el cambio climático y la economía global.
Transición energética es urgente
Al igual que otros especialistas en el tema, Claire Maraval, activista de servicios públicos y transición europea en Reclaim Finance y autora principal del informe, señala que cambiar de centrales eléctricas de gas a energías renovables es esencial si las empresas europeas quieren descarbonizar sus sectores energéticos para 2035, a fin de limitar el calentamiento global a 1.5°C.
«Este informe envía una clara advertencia a las instituciones financieras de que es hora de repensar. Cero neto significa la eliminación gradual del gas y absolutamente ninguna nueva central eléctrica a gas, y deben actualizar sus políticas para reflejar esto».
Claire Maraval, activista de servicios públicos y transición europea en Reclaim Finance y autora principal del informe.
Esto también coincide con las perspectivas del escenario de la Agencia Internacional de Energía (AIE) para lograr emisiones netas cero en todo el mundo. Enfatizan la necesidad de una rápida descarbonización de la electricidad, respaldada por nueve veces más inversión en energías renovables y limpias que en la actualidad.
El informe también encuentra que casi todas las empresas de servicios públicos que operan en Europa aún no han publicado ningún plan para eliminar gradualmente su dependencia del gas, y que alrededor de 80 empresas tienen planes para desarrollar nuevas instalaciones de gas, con más de 63 GW de plantas de gas previstas, de las cuales el 18% ya está en construcción.
Exponen a financieros acusados de gaslighting
Entre los bancos que han proporcionado financiamiento a empresas del sector de la energía de gas en Europa se encuentran BNP Paribas, Mitsubishi UFJ Financial, Citigroup y BBVA, mientras que las empresas que han recibido más respaldo financiero son Enel, Vitol SA, Mitsubishi Corp y RWE AG. También se menciona a Engie, una empresa energética francesa que ha recibido 21 mil millones de dólares en apoyo financiero, según la investigación.
Los principales inversores que invierten en la energía de gas europea incluyen a los administradores de activos más grandes del mundo, BlackRock y Vanguard, así como al Government Pension Fund Global. Según el informe, ninguno de ellos ha logrado implementar políticas para eliminar gradualmente su apoyo al gas. Solo se descubrió que La Caixa había establecido algunas restricciones limitadas.
Uno de los más recientes golpes a la inversión responsable, es decir, aquella que apuesta por los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), y que incluye acelerar la independencia de los fósiles, ha sido el reciente pronunciamiento de BlackRock, uno de los mayores defensores de ESG: «Todavía necesitamos petróleo y gas».
Llaman a responsabilidad social de bancos e inversores
La noticia de que gigantes financieros están siendo acusados de gaslighting exige que estos líderes financieros dejen de apoyar a nuevas plantas de gas y empresas de energía que no tengan planes de abandono para 2035. Además, insta a usar la influencia de los bancos para presionar a las empresas de gas a adoptar estrategias de transición sólidas que conduzcan a la eliminación gradual de todos sus activos de gas en favor de energías renovables para 2035 como fecha límite.
«Los bancos e inversores que inyectan miles de millones de euros en la generación de energía de gas fósil en Europa están perjudicando a hogares y empresas con el aumento de precios de energía, debilitando nuestra seguridad energética y causando un colapso climático», dijo Brigitte Alarcon, activista de Beyond Fossil Fuels. «Cada euro invertido en gas fósil debería destinarse a energías renovables para asegurar la transición energética que necesitamos para proteger nuestra salud y los derechos de nuestros hijos a un futuro seguro y próspero», puntualizó.