Gobierno compra plantas a Iberdrola. – El Gobierno de México firmó un acuerdo con la mayor productora privada de energía del país, Iberdrola, para comprar 13 plantas de generación de energía eléctrica por un valor de 6,000 millones de dólares, una transacción que se traduce en la venta del 77% de los activos de Iberdrola en México.
El acuerdo permitirá al gobierno mexicano agregar 8,539 MW a su capacidad instalada total, casi el 10% del total en el país. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha descrito la adquisición como una «nueva nacionalización» y calificó el acuerdo como histórico y en beneficio de todos los mexicanos.
El presidente López Obrador ha criticado duramente a la empresa española desde que asumió el cargo en diciembre de 2018, y ha insistido en que su objetivo es fortalecer la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) y reducir la participación de empresas privadas en el mercado energético mexicano.
La adquisición se llevará a cabo mediante un convenio que permitirá a las plantas de energía formar parte del patrimonio público y ser operadas por la CFE. Los activos adquiridos por México son ciclos combinados de gas, que operan bajo régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la CFE en Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California, Topolobampo II y Topolobampo III, junto con el activo eólico La Venta III. Estas plantas suman un 87% de la capacidad instalada total que será vendida por Iberdrola.
La transacción se realiza con el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin) y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno de México. La operación también está sujeta al acuerdo y la firma de contratos definitivos por las partes, así como a la obtención de aprobaciones regulatorias necesarias y al cumplimiento de determinadas condiciones habituales en este tipo de operaciones.
La venta de activos por parte de Iberdrola México y Mexico Infrastructure Partners (MIP) a MIP es el principio del proceso de desinversión de los activos de Iberdrola en México.
¿Qué tipo de plantas adquiere México?
Son 13 plantas de Iberdrola, que ahora serán operadas por CFE: 12 de ciclo combinado y un parque eólico.
Las plantas de ciclo combinado producen electricidad con gas natural y vapor de agua.
Y si bien dentro de la producción con combustibles fósiles esta vía es la que tiene un menor nivel de generación contaminante, respecto del carbón, el combustóleo o el diésel, a fin de cuentas el ciclo combinado sigue representando cierto nivel de emisiones.
Mientras el gobierno compra plantas a Iberdrola, la filial de la empresa en México indicó que seguirá prestando servicio a sus clientes actuales en México mediante contratos de compraventa de energía con las compañías que se transmiten, con la finalidad de proporcionar a las compañías del Grupo Iberdrola la energía y la potencia necesarias para desarrollar la generación renovable en México y cumplir con sus objetivos actuales y futuros en el país.
¿Está el gobierno comprometido con las renovables?
A simple vista, esta transacción parece poner de manifiesto una preocupación reciente del gobierno de México por la seguridad energética y la reducción de la participación de empresas privadas en el mercado energético mexicano. Sin embargo, es claro que la nacionalización de las plantas eléctricas de Iberdrola tendría que ser parte de una política más amplia del gobierno para reducir la dependencia del país de los combustibles fósiles y promover las energías renovables, lo que también estaría en línea con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
En el pasado, el gobierno de AMLO ha expresado su intención de priorizar la soberanía energética de México y aumentar la producción nacional de combustibles fósiles. Ha criticado la política energética de los gobiernos anteriores que favorecían la inversión extranjera en energías renovables, argumentando que dicha política socavaba la economía nacional y no beneficiaba a las comunidades locales.
Aunque el gobierno compra plantas a Iberdrola y ha anunciado planes para aumentar el uso de energías limpias en el futuro, particularmente a través de la construcción de nuevas plantas hidroeléctricas y la expansión de la energía eólica y solar; también ha tomado importantesmedidas para limitar la inversión en energías renovables y ha aumentado la inversión en la producción de petróleo y gas. Tales como:
- Reformas legales: En 2020, el gobierno aprobó una serie de reformas legales que limitan la capacidad de los inversores privados de participar en la generación y distribución de energía renovable. Estas reformas dan prioridad a las empresas estatales en la asignación de permisos y contratos para proyectos de energía, lo que dificulta la inversión privada en el sector.
- Cambios en la política de precios: El gobierno ha cambiado la política de precios para favorecer a las empresas estatales que producen energía a base de combustibles fósiles, como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Esto ha hecho que la energía renovable sea menos competitiva en el mercado energético mexicano.
- Cancelación de contratos: El gobierno ha cancelado varios contratos con empresas privadas que habían sido otorgados por gobiernos anteriores para proyectos de energía renovable. El argumento del gobierno es que estos contratos no fueron otorgados de manera transparente y que no beneficiaban a las comunidades locales.
- Aumento en la inversión en petróleo y gas: El gobierno ha anunciado planes para aumentar la producción de petróleo y gas en México, a través de la modernización y expansión de las refinerías existentes y la construcción de una nueva refinería. También ha aumentado la inversión en la exploración y extracción de petróleo y gas en el país.
La RSE aplica a empresas privadas… y públicas
Las empresas, tanto públicas como privadas, tienen una gran responsabilidad en la sociedad y en el cuidado del medio ambiente, y esto no es una tarea exclusiva del sector energético. Todas las empresas deben ser conscientes del impacto ambiental de sus operaciones y trabajar en pro de la sostenibilidad. La responsabilidad corporativa es un compromiso que deben asumir todas las empresas, independientemente de su tamaño o sector de actividad.
En este sentido, es fundamental que las empresas desarrollen planes y estrategias que fomenten la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Además, deben trabajar en colaboración con las comunidades locales para mejorar las condiciones de vida de las personas y promover el desarrollo económico y social.
La adquisición de las plantas de Iberdrola por parte del gobierno mexicano es un tema controvertido y su valoración dependerá del punto de vista y de los objetivos que se quieran considerar.
Desde una perspectiva de soberanía energética, la adquisición de estas plantas puede ser vista como una forma de aumentar el control del gobierno sobre la producción y distribución de energía en México. Al adquirir estas plantas, el gobierno puede asegurarse de que la energía generada se utilice para satisfacer la demanda interna y no sea exportada a otros países.
Sin embargo, desde una perspectiva ambiental y de transición hacia energías renovables, la adquisición de plantas de energía a base de combustibles fósiles podría no ser positiva. Esto es especialmente relevante si el gobierno no tiene un plan claro para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y aumentar la inversión en energías renovables.