El Código de Mejores Prácticas Corporativas del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en su versión del año 2010, refiere que para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el gobierno corporativo implica un conjunto de relaciones entre la administración de las sociedades u organizaciones, su consejo de administración, sus accionistas y los terceros interesados en su buen desempeño, estabilidad y permanencia en el tiempo.
Es indudable que a lo largo de la historia han existido personas muy brillantes que han desarrollado negocios u organizaciones asistenciales exitosas y de trascendencia.
Partieron de una idea que pudieron concretar y desarrollar, consiguieron los materiales idóneos para la fabricación de sus productos o la prestación de sus servicios, capacitaron al personal que les ayudó en sus tareas productivas, consiguieron clientes que se interesaron en sus productos y/o servicios y pudieron innovar éstos y hacer que se demandaran a lo largo de los años y en diferentes regiones.
También pudieron controlar que sus productos o servicios se pudieran fabricar o prestar de manera consistente, en calidad y costos, y que pudiesen mantener relaciones laborables estables con sus colaboradores.
Estas son tareas muy demandantes en tiempo y esfuerzo, que pudieron requerir de la colaboración de algunas o muchas otras personas que facilitaran la producción, dispersión geográfica de los bienes producidos o los servicios a prestar, así como de su trascendencia.
Para fomentar la permanencia de estas empresas u organizaciones, a lo largo del siglo pasado se desarrolló el concepto de administración para alinear los elementos productivos: materias primas, mano de obra y capital con los cuales desarrollar los bienes a vender o los servicios a prestar.
Es a finales del siglo XX que se comienza a profundizar en el concepto de gobierno corporativo para profundizar en conceptos como las relaciones entre los dueños o accionistas entre sí y con la empresa; definir las responsabilidades del consejo de administración; en la planeación a corto y largo plazo de las unidades productivas; controlar las actividades y eficiencia de la organización, incluyendo las de sus principales dirigentes; así como las relaciones de la empresa con la sociedad y el medio ambiente en el que se desenvuelve.
El tema del gobierno corporativo se ha sistematizado en esquemas de adopción voluntaria, como es el Código de Mejores Prácticas Corporativas del Consejo Coordinador Empresarial de México, inspirado en el Código de Mejores Prácticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, o de fuerza normativa-legal, como la Ley del Mercado de Valores y las disposiciones de la Circular Única de Emisoras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a los que se suman una serie de recomendaciones para el control de las empresas y organizaciones desarrolladas por órganos colegiados de profesionistas.
Es oportuno recordar que para los terceros interesados en la buena marcha de las organizaciones, como son sus clientes, personal o acreedores, la adopción de mejores prácticas corporativas también tiene importancia y que es uno de los factores a evaluar por las agencias calificadoras de deuda e, indirectamente, por las instituciones de crédito o inversionistas en los mercados de valores.
En relación con los aportantes de recursos, la presencia de prácticas operativas y de control sistematizadas y la rendición de cuentas son un aliciente en la atracción de nuevos interesados que fortalezcan el capital de las empresas que se encuentran en proceso de expansión o de las organizaciones que pretendan ampliar sus servicios sociales o asistenciales.
Es muy conveniente diseminar el concepto de gobierno corporativo porque, como ya se ha expuesto, favorece la estabilidad y crecimiento de las empresas y organizaciones, al propiciar que sus dirigentes se abstraigan de la operación y dediquen tiempo a enfocarse en la planeación y el control de las mismas, favoreciendo su permanencia en el tiempo y el sostenimiento y engrandecimiento de las fuentes de empleo.
Fuente: ElUniversal.com.mx
Por: Alfonso Covarrubias Martínez, integrante del Comité Técnico Nacional de Gobierno Corporativo y Jurídico Financiero del IMEF
Publicada: 8 de febrero de 2012.