El Gobierno de Panamá ha dado un paso trascendental hacia la construcción de un futuro más equitativo y sostenible al crear un decreto que reconoce y celebra las buenas prácticas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Con la firma del actual presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, nace el compromiso «Reconocimiento a las Buenas Prácticas del Sello ODS» (2023). Este programa tiene como objetivo resaltar y celebrar los esfuerzos excepcionales de organizaciones privadas, sociales, académicas y gobiernos locales en la promoción y logro de los ODS.
Desarrollo sostenible
Desde la aprobación de los ODS por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015, como un llamado universal para abordar los desafíos más apremiantes de la humanidad, tales como la erradicación de la pobreza, la preservación del planeta y la garantía de que todas las personas disfruten de paz y prosperidad para el año 2030,
Los ODS no solo se dirigen a los gobiernos, sino también a la sociedad en su conjunto, incluidas las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los ciudadanos, ya que se reconoce que la colaboración y la participación de todos son esenciales para lograr un impacto significativo.
En línea con esta visión, el Estado panameño adoptó los ODS mediante el Decreto Ejecutivo No. 393 del 17 de septiembre de 2015. Esta adopción ha sido parte de un compromiso nacional destinado a lograr un desarrollo sostenible, inclusivo y en armonía con el medio ambiente.
Asimismo, la Ley 29 del 1 de agosto de 2005, modificada por la Ley 375 del 8 de marzo de 2023, establece que el Ministerio de Desarrollo Social será el organismo rector en materia de equidad y desarrollo social. Entre sus funciones principales se encuentra el diseño y la implementación de políticas, planes y programas destinados a erradicar la pobreza, brindar protección social a grupos vulnerables y promover la movilidad e integración social con igualdad de oportunidades.
Panamá establece estrategia de seguimiento a los ODS
En su calidad de Coordinador del Gabinete Social, el Ministerio de Desarrollo Social lidera la implementación de los ODS y ha creado el «Reconocimiento a las Buenas Prácticas del Sello ODS» como un instrumento para acelerar el cumplimiento de la agenda 2030.
Este reconocimiento rinde homenaje a las organizaciones privadas, sociales, académicas y gobiernos locales que se destacan al contribuir ejemplarmente a la consecución de los ODS en sus respectivos campos de acción, con objetivos fundamentales tales como:
- Reconocer prácticas sobresalientes en diversos sectores de Panamá que contribuyen al logro de los objetivos de desarrollo sostenible.
- Destacar el compromiso del sector empresarial, la sociedad civil, la academia y los gobiernos locales como líderes en la construcción de un progreso sólido y sostenible para el país.
- Estimular la innovación social, la creatividad, la colaboración y la tecnología para generar un impacto positivo en los ODS.
- Visibilizar a las organizaciones que promueven la difusión de los ODS a través de iniciativas y acciones inclusivas.
En este contexto, el Sello ODS no solo reconoce la excelencia en la implementación de prácticas sostenibles, sino que también promueve la innovación, la creatividad y la colaboración en la búsqueda de soluciones a desafíos complejos.
¿Puede México inspirarse para tomar medidas similares?
Inspirado por la visión global de los ODS, este reconocimiento que promueve buenas prácticas en los ODS busca no solo premiar la excelencia en diversas áreas como empleo, innovación digital y educación, sino también fomentar la colaboración, la creatividad y el uso de la tecnología en la búsqueda de un impacto positivo.
En este sentido, en países como México, que enfrentan desafíos importantes en términos de desigualdad social, promover programas de buenas prácticas que incentiven la innovación social y la resolución de problemas entre diferentes sectores, como empresas y organizaciones no gubernamentales, podría conducir a la creación de soluciones más efectivas y escalables para los problemas locales y nacionales.
Sin embargo, la implementación de un programa de este tipo también plantea desafíos significativos. La adaptación de un modelo similar a la realidad mexicana requeriría un enfoque cuidadoso y la consideración de las particularidades del país.
En esencia, la iniciativa del gobierno panameño representa un ejemplo concreto de cómo las acciones locales pueden tener un impacto positivo en los objetivos globales de desarrollo sostenible. Refleja un esfuerzo importante en el proceso continuo de alinear las acciones nacionales con los objetivos y valores de sostenibilidad promovidos a nivel internacional.
