Si de algo he podido darme cuenta en los países comunistas es que éstos sobreviven gracias a los países capitalistas. Es una tristeza darse cuenta que un modelo tan enfocado al humanismo, simplemente no funciona. Países como Vietnam y China tienen en común la pobreza por un lado y la dictadura por otro, lamentablemente la falta de libertades es apreciada como la amenaza continua sobre las personas, mediante la vigilancia y la intimidación, pero al mismo tiempo resulta triste e incongruente que los países comunistas tengan personas amarrando fortunas y acepten que las empresas de países capitalistas inviertan en ellos explotando de manera irracional a sus ciudadanos, explotación que se parece mucho a la esclavitud.
Resulta impresionante que en China exista tanta inversión de países como Estados Unidos, cuando prevalece el bloqueo a Cuba, pero todavía resulta más sorprendente que Estados Unidos sea el principal comprador de los productos chinos, siendo éstos en la mayoría de los casos producto de la explotación. Con todo y lo anterior, la mayoría de la gente en China, no así en Vietnam, tiene un empleo. China podría ser sin duda un modelo a seguir si no fuera por el comunismo, su gente es sumamente trabajadora, y tiene tanto talento como lo tienen los trabajadores mexicanos.
El socialismo hoy por hoy no acaba de encontrar tampoco un destino filológico aceptable, me parece que los partidos de izquierda debieran ir por el camino que muchas empresas han tomado y es la responsabilidad social. Un gobierno socialmente responsable se ocuparía de la salud, del transporte, del empleo, de la seguridad pública, de la educación, pero también de que las empresas tengan los incentivos suficientes para invertir y generar empleos, los países cerrados a la inversión extranjera lo demuestran mediante la corrupción y mediante la falta de incentivos adecuados, el caso de México es así. Existen otros países que se abren a la inversión extranjera a costa de la esclavitud de la gente, ése es un incentivo perverso, atraer la inversión asegurando una mano de obra barata es insensato, a todas luces hará que los gobiernos inviertan más en rubros como salud, vivienda y sólo se logra mediante el autoritarismo.
Nuestro país tiene todavía mucho que aprender, pero mientras la corrupción sea la constante, será muy difícil que los capitales se animen a desarrollar sus productos en nuestro país, de nada han servido los duros golpes a nuestra economía, no hemos aprendido de ellos.
En México la gente se muere de hambre aunque los políticos lo nieguen, eso no pasa en China, tampoco en Cuba, pero ni un modelo ni el otro satisfacen la más importante necesidad de las personas que tienen que vivir con un marco de libertad más completo, en donde la gente pueda estudiar y trabajar en lo que quiera y con ello lograr una forma de vida suficientemente buena que permita vivir en modelos de felicidad que se presentan en los países con una gran clase media.
Churchill decía que la democracia era el menos malo de los modelos políticos conocidos y tenía razón, la democracia sin apellidos es la mejor forma para vivir aunque no sea la mejor forma para manipular desde el gobierno.
Resulta imposible viajar sin comparar, también se hace imposible dejar de desear, y si me preguntaran qué escogería, probablemente un gobierno como el de Finlandia, un pueblo como el mexicano, un territorio como el mexicano también, los empresarios mexicanos son extraordinarios también, entonces lo que está fallando es el sistema de gobierno, y ni el PRI ni el PAN han podido cambiarlo, unos porque lo impusieron y otros porque encontraron en él un lugar cómodo y ambos el espacio para la corrupción.
Por último, quiero hacer patente que México no está presente en estos países, la gente no sabe ni que existe. ¿Qué nuestros embajadores no deberían, además de recomendar en nuestro país aquellas cosas que otros hacen bien, ser también los promotores de nuestra patria?
Fuente: ElFinanciero.com
Por: Fernando Schütte Elguero.
Publicada: 22 de febrero de 2012.
