Uno de los bancos de inversión líderes en el mundo, Goldman Sachs, acordó pagar 215 millones de dólares para resolver una demanda colectiva en su contra que lo acusa de sesgo generalizado contra sus colaboradoras en lo que se refiere al pago y ascensos.
El caso de alto perfil de Goldman Sachs, demandado por discriminación de género, establece un precedente sobre la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) para abordar los problemas persistentes de desigualdad de género y promover esfuerzos para crear un entorno de trabajo más equitativo. La resolución también evita un juicio que estaba programado para principios de junio, según Personal Today.
Historial de abusos en Goldman Sachs
Goldman Sachs fue demandado en 2010, cuando las ex ejecutivas Cristina Chen-Oster y Shanna Orlich acusaron al banco de negarles la igualdad salarial y los ascensos debido a su género. «Como una de las demandantes originales, me siento orgullosa de apoyar este caso sin dudarlo durante los últimos casi 13 años», señaló Shanna Orlich.
El acuerdo previsto en el caso de Goldman Sachs demandado es mayor que otros acuerdos similares. En 1997, Smith Barney, una empresa de servicios financieros con sede en EE. UU., pagó alrededor de 150 millones de dólares para resolver la demanda conocida como «Boom-Boom Room», que acusaba a la empresa de acoso y discriminación.
Bank of America Corp y Citigroup Inc también se encuentran entre las firmas del epicentro financiero de Wall Street que han resuelto demandas por discriminación de género. Estos casos siguen destacando la persistencia de cuestiones de discriminación de género en la industria financiera, pero también en otros espacios de trabajo.
Resolución del caso Goldman
El acuerdo, que está sujeto a la aprobación del tribunal, cubre aproximadamente a 2,800 mujeres asociadas y vicepresidentas empleadas en las divisiones de banca de inversión, gestión de inversiones y valores de Goldman Sachs.
Domenique Camacho Moran, socia del bufete de abogados Farrell Fritz, que no participó en el caso de Goldman, mencionó que tras el acuerdo de Goldman demandado, los empleadores del gigante bancario deben «dar un paso atrás» para revisar sus prácticas laborales y asegurarse de que sean justas y equitativas para todas las personas.
«Mi objetivo en este caso siempre ha sido apoyar a las mujeres fuertes en Wall Street. Estoy orgullosa de que el resultado que logramos aquí promueva la equidad de género».
Allison Gamba, una de las demandantes.
El acuerdo también requiere que Goldman contrate expertos independientes para analizar las disparidades salariales de género y los procesos de evaluación de desempeño para la promoción de vicepresidentes a directores gerentes.
Además, se llevará a cabo un estudio independiente sobre equidad salarial, y la empresa investigará y tomará medidas en áreas donde exista una brecha salarial de género. Los vicepresidentes recibirán una comunicación «mejorada» sobre desarrollo profesional y criterios de ascenso.
En los últimos años, la cultura laboral de Goldman ha sido objeto de críticas. En 2021, el CEO, David Solomon, generó controversia al describir el trabajo remoto como una «aberración» y al presionar para que los empleados regresaran a la oficina lo antes posible. Además, un grupo de jóvenes banqueros amenazó con renunciar debido a las largas jornadas laborales.
Sin embargo, casos como el de Goldman Sachs demandado resaltan la importancia de que las empresas tomen medidas y acciones concretas para eliminar la discriminación de género y garantizar prácticas justas en cuanto a remuneración, promoción y condiciones laborales.
