Google endureció sus ataques contra el lucrativo paquete de programas Office de Microsoft, se informó el lunes, en un intento por golpear a su viejo rival donde más le duele. El objetivo son empresas y agencias gubernamentales que pagan para trabajar con el procesador de textos, el correo electrónico, el calendario, la hoja de cálculo y otros programas de Office.
Si dejan Microsoft, Google les permitirá usar sin costo su propia paquetería, que por lo regular cuesta de 5 a 10 dólares por usuario al mes.
El software «Google for Work» será gratuito por el mismo tiempo que los clientes tengan el contrato con Microsoft o cualquier otro proveedor. La oferta estará abierta los siguientes seis meses en Estados Unidos y en algún momento se extenderá a otros países.
Google está limitando el uso gratuito a 3 mil personas por cliente desertor. Incluso con esa restricción, la empresa prevé de 180 mil a 360 mil dólares en ingresos anuales si una empresa con 3 mil personas acepta la oferta.
Como incentivo adicional, la compañía ofrece un pago de hasta 75 mil dólares a cada empresa que cambie su software para cubrir el costo de hacer el cambio.
Google, que ahora es propiedad de una empresa recién formada, llamada Alphabet Inc., no quiso decir cuánto tiene presupuestado por este reciente ataque contra Microsoft Corp. Google calcula que más de 600 empresas tienen al menos 10 mil empleados que usan Work.
La oferta pone en evidencia la confianza que tiene Google en la calidad de su software y está resuelta a golpear una de las franquicias más rentables de Microsoft, dijo Jim Lundy, analista de Aragon Research. El especialista calcula que actualmente los clientes de Microsoft pagan de 12 a 20 dólares por usuario bajo contratos que duran varios años.
Office generó 23 mil 500 millones de dólares a Microsoft, casi una tercera parte de los ingresos de la empresa de software, en el año fiscal que concluyó en junio.
La publicidad digital sigue representando prácticamente todo el ingreso de Google, que totalizó 66 mil millones de dólares el año pasado. La empresa con sede en Mountain View, California, ha destinado parte del dinero para restar a Microsoft el dominio que tiene en el software de oficina desde que introdujo una serie de programas rivales hace casi una década.
Fuente: La Jornada