En la actualidad, dos tercios de la población mundial se enfrenta a la escasez de agua cada año. Mientras tanto, las Naciones Unidas estiman que más de 100 países no están en camino de contar con recursos hídricos gestionados de manera sostenible para 2030, de acuerdo con Sustainable Brands (SB).
Estas complejidades añaden desafíos para las empresas preocupadas por amenazas a la continuidad de sus operaciones, buscando orientación para sortear la multitud de problemas hídricos que amenazan sus resultados financieros.
Empresas frente a la crisis hídrica
En este contexto, las grandes marcas enfrentan el problema del agua, y sus líderes desempeñan un papel crucial en responder a la crisis hídrica global, como lo ejemplifica su participación en eventos como la Semana Mundial del Agua en Estocolmo. Esta conferencia anual reúne a partes interesadas de todo el mundo para abordar los desafíos del agua, destacando el relevante rol del sector privado.
Las industrias son los principales contribuyentes a la crisis del agua, generando amenazas críticas a los sistemas globales de agua dulce, incluyendo agotamiento de acuíferos, contaminación metálica, polución plástica, desvío y transferencia de agua, y eutrofización.
Al analizar los riesgos financieros vinculados a estos impactos hídricos, su importancia económica se torna evidente. Estudios realizados por Ceres —una organización sin fines de lucro enfocada en promover sostenibilidad económica y ambiental— estiman que el costo de abordar los impactos negativos del agua podría superar los $1.8 mil millones anuales para ciertas grandes empresas de indumentaria y carne envasada cotizadas en bolsa.
Acciones de las grandes marcas frente al problema del agua
No obstante, las grandes marcas están tomando medidas para abordar la crisis. La compañía de bebidas Diageo se compromete a reponer más agua de la que consume en operaciones en el 100% de sus sitios en áreas de estrés hídrico para 2026. La empresa también se ha comprometido a reducir el uso de agua en operaciones, con un aumento del 40% en la eficiencia hídrica en zonas de estrés y un 30% de mejora a nivel corporativo.
Paralelamente, Levi Strauss efectúa evaluaciones anuales de riesgos hídricos en instalaciones y cadena de suministro, categorizándolas en áreas de bajo, medio y alto estrés. Como resultado, ha establecido el objetivo de reducir en un 50% el consumo de agua dulce en su producción para 2025 en zonas de alto estrés hídrico.
Por su parte, la firma alimentaria Mars se une a otras empresas al abordar problemas hídricos complejos mediante asociaciones en cuencas con escasez de agua. La empresa evalúa riesgos hídricos en operaciones directas y en cadenas de suministro agrícolas a nivel mundial. Mars, por ejemplo, conoce granjas específicas, regiones de cultivo y origen de su suministro de arroz, y ha calculado el porcentaje proveniente de áreas con estrés hídrico.
Responsabilidad Social Empresarial y sustentabilidad
Estas acciones son alentadoras; sin embargo, se necesitan metas más audaces y amplias para evitar las consecuencias financieras que enfrentan las industrias que no gestionan el agua de manera más eficiente. Estas metas deben abordar la gama completa de problemas hídricos en la cadena de valor, incluyendo cuánta agua utilizan las empresas, sus impactos en la calidad del agua, la salud del ecosistema y el acceso de las comunidades al agua potable. Es por eso que los inversores están tomando nota e instando a las empresas a mejorar sus prácticas de gestión del agua.
Más de 90 inversores se han comprometido a involucrar a más de 70 empresas con grandes huellas hídricas a través de la Iniciativa de Financiación del Valor del Agua, presentando el caso empresarial para que las empresas eleven el riesgo hídrico al frente de la gestión de riesgos y la planificación.
Estos inversores, que en conjunto gestionan más de 17 billones de dólares en activos, han establecido un conjunto de seis expectativas corporativas de agua para que las empresas cumplan con el fin de abordar sus amplios impactos hídricos para 2030.
Los resultados de un análisis de referencia, que se dará a conocer más adelante este año, utilizan las divulgaciones de empresas públicas ya disponibles para evaluar compromisos y prácticas hídricas en función de las seis expectativas corporativas para grandes empresas de cuatro industrias intensivas en el uso de agua: alimentos, bebidas, indumentaria y tecnología. El análisis de referencia informará las interacciones de los inversores con las empresas y ayudará a identificar áreas de fortaleza y donde se necesita más atención urgente.