Greenpeace es conocida por ser la organización que le pide cuentas a las compañías y líderes mundiales respecto a sus prácticas ambientales. Entre sus blancos recientes están empresas como adidas o P&G, así como el presidente de México Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, ¿qué pasa cuando esta ONG realiza una acción poco responsable? Greenpeace acaba de reconocer que perdió casi 4 millones de euros, producto de una mala inversión. El grupo ecologista dice que ya despidió al responsable, y pidió perdón a las personas que lo apoyan con donaciones, pero lo cierto es que no parece que habrá mayores consecuencias para sus líderes. Hará falta ver si sus miles de partidarios en el mundo no lo castigan con un bajón en reputación… y en donaciones.
A continuación, reproducimos la nota completa sobre el caso publicada en El Economista:
Greenpeace International reconoció la pérdida de 3.8 millones de euros (unos 5.2 millones de dólares) en 2013 en una apuesta a que el euro no se reforzaría ante otras monedas. Pero sí lo hizo.
El grupo ecologista, que tiene su sede en Ámsterdam, dice que el dinero lo perdió un empleado que sobrepasó los límites de su autoridad pero esperaba beneficiar a la organización.
Greenpeace no identificó al empleado, que ha sido despedido, y añadió que no hay pruebas de que se produjera un fraude.
En un comunicado emitido este lunes, Greenpeace se disculpó por el error a sus partidarios y donantes, y señaló que está estudiando qué falló.
La organización señaló que absorbería las pérdidas durante un periodo de varios años recortando «inversiones en infraestructuras».
El grupo prometió no reducir sus gastos en campañas para proteger el medio ambiente.
